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M U S I C A    <NOBR>P O P U L A R</NOBR>

¡Azúcar!

Celia Cruz, la eterna, vuelve y juega con un nuevo álbum, titulado ‘Siempre vivir‘.

25 de diciembre de 2000

Celia Cruz ya lleva 50 años metida de lleno en el mundo de la música y el espectáculo y continúa tan vital y vigente como en su primera grabación con la Sonora Matancera. Acaba de lanzar al mercado su más reciente disco, Siempre vivir, un homenaje a Tito Puente. SEMANA habló con ella acerca de su pasado, de este álbum y de los proyectos que tiene en mente.

SEMANA: Celia, antes de grabar discos usted se inició cantando en vivo en la radio. ¿Qué recuerdos tiene de ese primer programa, llamado ‘La hora del té’?

Celia Cruz: Ese en realidad no era un programa sino un concurso de aficionados. Mi primo Serafín me llevó y yo canté el tango Nostalgia, que estaba muy de moda en Cuba en esa época. Me gané el concurso y me dieron un pastel porque era patrocinado por una dulcería. Fue mi primer pago por cantar. Luego vinieron los primeros discos y el inicio de una carrera que hace poco completó 50 años. El 3 de agosto de 1950 debuté con la Sonora Matancera. El director necesitaba una voz femenina porque la cantante anterior, Mirta Silva, se había ido para Puerto Rico. Y yo llegué con mis partituras a Radio Progreso, que era donde ensayaban. Se las mostré y me dijeron: “Mira, estos papeles no van a servir porque nosotros somos nueve y estos son arreglos para 14 músicos”. Pero yo no me fui. Esperé un mes hasta que se hicieran las adaptaciones, y ahí sí debuté. Luego, en enero de 1951, hice mi primera grabación, un disco de 78 revoluciones que traía Caocao maní picao.

SEMANA: ¿Por qué decidió abandonar la Sonora Matancera en 1965?

C.C.: Chico, yo no los abandoné. Yo me fui de la compañía de discos porque llegó un momento en que yo grababa y grababa y no había promoción. Entonces me fui donde el gerente y le dije que me quería ir, porque si usted graba y el disco no se oye es como cuando usted limpia una casa y la gente le pasa por encima y se la vuelve a ensuciar.

SEMANA: Más adelante usted grabó con el sello Fania. Del disco Celia Cruz y Johnny Pacheco se ha dicho que es muy significativo para usted. ¿Por qué?

C.C.: Porque la orquesta de Johnny Pacheco sonaba muy parecido a la Sonora. Yo a veces escuchaba sus discos y decía: “Vaya, ¿pero ese número cuándo lo grabó la Sonora?” y resulta que era Johnny. Entonces, cuando firmé contrato con la Fania y me dijeron: “Bueno, Celia, ¿con quién te gustaría grabar?”, yo no lo pensé dos veces.

SEMANA: Pareciera que la época de la Sonora Matancera es su favorita.

C.C.: Lo que pasa es que la Sonora es única y exclusiva. Y fíjate que muchas orquestas han tratado de sonar igual pero no pueden parecerse a menos que toquen los temas de la Sonora. Claro, eso ya no es una orquesta, eso es una imitación.

SEMANA: Volviendo a la Fania, ¿fue por esa época que inventó su famoso grito de ‘Azúcar’?

C.C.: Un poquito antes. Yo estaba en un restaurante y pedí un café. Y el mesero, que era cubano, me preguntó que si lo quería con azúcar. Le contesté: “Chico, tú eres cubano, tú sabes que el café nos gusta con ¡azúcar!”. Luego, esa noche, conté la anécdota en un concierto, y la volví a contar, y al cabo de unos días ya no contaba la anécdota sino que simplemente empezaba las presentaciones gritando ¡Azúcar!

SEMANA: En su nuevo disco aparece ‘Oye cómo va’, que es un homenaje a Tito Puente, con quien usted grabó varios discos. ¿Cómo recibió la noticia de la muerte de Tito?

C.C.: Yo no pude asistir al funeral porque estaba en Argentina. Cuando me enteré me dolió tanto que hubo que aplazar un día el concierto, pero la gente entendió. Luego fui a Nueva York a verlo a su tumba, y cuando llegué a mi casa me encontré con un mensaje suyo en el contestador. Me había llamado un par de días antes de morir pero yo lo vine a escuchar después. Me decía: “Es Tito. Estoy en mi casa y el martes vuelvo al hospital... sé que no estás, te agradezco mucho. Adiós”. Y tú sabes que entre los cubanos es un presagio: cuando alguien dice “adiós” es que se va. Todavía tengo ese mensaje grabado. La idea original era que en este nuevo disco iba a participar Tito. Iba a hacer el solo de timbales de Oye cómo va. Finalmente no se pudo pero el disco entero está dedicado póstumamente a él.

SEMANA: Usted ha visto la evolución del disco de 78 revoluciones al long-play, al disco compacto. ¿Cómo le han parecido los avances en las técnicas de grabación?

C.C.: Fenomenales. A mí al principio no me gustaba sino cantar con la orquesta, nada de doblajes. Hay un disco que hice con la Sonora llamado Bajo la luna, en el que la orquesta grabó primero y luego yo hice la voz. Y eso se oye como si yo estuviera detrás de la orquesta, no adelante. En cambio hoy la técnica es mejor. Antes, si uno se equivocaba al final de un número, había que repetirlo todo. Hoy puedes volver a grabar sólo ese pedacito, y queda bien.

SEMANA: Se oyen rumores de un disco en el cual Celia Cruz va a cantar solamente boleros.

C.C.: Ah, esos son deseos que yo he tenido pero las empresas ni caso me han hecho. Claro que se puede hacer una selección: un amigo mío me envió un casete con 22 boleros que yo había cantado con diferentes orquestas, pero esas son grabaciones de distintas épocas. Yo lo que quiero algún día es grabar un disco completo de boleros. ¡Y si las disqueras no me lo hacen lo hago yo!