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CARTAS CRUZADAS

EL BARRIO ES EL PROTAGONISTA DE CARTAS A HARRISON, UN DRAMATIZADO JUVENIL CON MALOS SIMPATICOS Y BUENOS QUE A VECES PIERDEN.

20 de mayo de 1996

Los barrios colombianos están llenos de Mayerlins, Weendys, Jhonnys, Wilsons y, claro, Harrisons. Estos jóvenes de pelo oscuro y facciones criollas están marcados por nombres que huelen a un Brooklyn de tardes melancólicas, a esquinas agitadas del Queens y a una estatua de la Libertad vestida de fiesta esperando con los brazos abiertos al final del camino. Toda familia de clase media que se respete tiene un Robinson con los pies clavados en la tienda de la esquina y la mirada puesta en el 'país de norte', esperando cambiar el rumbo de la vida, los dolores y los amores. Cartas a Harrison, el nuevo seriado de Punch (sábados 7:30 p.m., Canal A), juega con ese imaginario de la idiosincrasia nacional que se instala entre los que se van y, sobre todo, los que se quedan. Es decir empieza donde las otras terminan: después de la partida del héroe. Harrison (Juan Sebastián Aragón), el carismático líder de un grupo de jóvenes, parte en el primer capítulo hacia el dudoso paraíso de Estados Unidos en busca de una salida a las calles cerradas de su vida. Al irse, el frágil orden que había establecido en aquella tribu de adolescentes despistados se desmorona entre los latidos incontrolables de los sentimientos y los ladridos a destiempo de las necesidades de todos los días. Y como en los cuentos de hadas, a rey muerto, rey puesto, los hermanos Albeiro (Alejandro Campos) y Eric (Ramiro Meneses) se quedan disputando el poder sobre el grupo y por quedarse con el amor de Marisela (Cristina Umaña), la novia del héroe ausente. El seductor Lalo (John A. Toro), la coqueta Mireya (Tania de la Cruz), el filosófico Randy (Carlos Hurtado) y la rebelde Nancy (Susana Torres), son los otros compañeros de ese barco a la deriva. Pero queda la opción de las cartas que van y vienen, y que a veces se inventan los de acá para comunicarse con el que se fue. Con estas coordenadas dramáticas el libretista Juan Guillermo Isaza (quien ha escrito Décimo Grado, Blue Jeans y De pies a cabeza) habla de la vida de barrio, de la violencia de la vida cotidiana pero también de su poesía, de malos un poco buenos y de buenos que no siempre ganan. Rock en español, montaje de videoclip, actores jóvenes ya veteranos, algunas caras nuevas y el debut del director Harold Trompetero son las cartas que Harrison se juega en este nuevo dramatizado juvenil.