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Antagonista en ‘Indiana Jones’

ENTREVISTA

Cate Blanchett, en su edad dorada

Este año la actriz australiana que arrancó tarde su carrera tuvo dos nominaciones al Oscar con 'I'm Not There' y 'Elizabeth, la edad de oro'. Una estrella que elige papeles que la reten.

14 de junio de 2008

Australiana, de 39 años, comenzó a actuar cuando tenía 24. Lo que parecía una decisión tardía, que había tomado luego de haber sido extra en una cinta egipcia, cambió el rumbo de su vida. Se graduó del Instituto de Artes Dramáticas de Sydney en 1992 y apareció por primera vez ante un público en la obra Electra. A pesar de su timidez, logró superar el pánico. Hace apenas 11 años llegó al cine en Paradise Road. Después rodó Oscar y Lucinda, gracias a la cual el director Shekhar Kapur la eligió en 1998 para hacer Elizabeth. Por ese papel poderoso fue nominada de la nada a mejor actriz en los premios de la Academia, y en las últimas nueve ceremonias del Oscar lleva cinco nominaciones y una estatuilla a su favor.

Con papeles como Galadriel, la reina elfa en El señor de los anillos; Katherine Hepburn ,en El aviador; la herida Susan Jones, en Babel; la profesora enamorada, en Escándalo; la valiente periodista, en Veronica Guerin, y la reina Elizabeth, en sus dos cintas, Blanchett ya tiene ganado un lugar en la historia fílmica. Sus tres actuales filmes: I'm not there, en la que interpreta a Bob Dylan; Elizabeth, la edad de oro, e Indiana Jones, la convierten en el personaje más relevante del cine actual.

SEMANA: Al comienzo no quería hacer 'Elizabeth, la edad de oro'. ¿Qué la hizo cambiar de idea?
CATE BLANCHETT: No podía entrar por la misma puerta dos veces. Pensé que ya había pasado por ahí con Elizabeth I. Fue un momento maravilloso. Pero no soy sentimental. No pienso que pueda volver a hacer un mismo papel. Me movió más el proyecto y la bestia entera cuando supe que Geoffrey Rush y Clive Owen estaban interesados y que todo el equipo creativo regresaba. Uno tiene que seducirse de nuevo cada vez.

SEMANA: ¿Ni el director Shekhar Kapur ni Geoffrey Rush la convencieron?
C.B.: Me insistieron mucho y les dije: "No sé, lo hice antes". Pero cuando me convencí, me sentí bien. Es importante, y eso ocurre en casi todos los papeles que hago, que haya ambivalencia. Eso hace que se tenga el ojo más agudo y que te hagas preguntas más penetrantes sobre tu personaje y el entorno. Si se está demasiado enamorado de un proyecto, no se puede siempre ver el lado insípido de aquello en lo que se está embarcando.

SEMANA: ¿Es algo que ha aprendido con el tiempo?
C.B.: Si miro en retrospectiva, sí. No sé por qué digo que sí a todo. Sólo parece ser lo correcto. Nunca se sabe si algo funcionará. Acabo de hacer un personaje con David Fincher en el que paso de los 6 a los 86 años de edad, y me pregunté: "¿Cómo voy a hacerlo?". Tiene que haber un reto, casi un reto insuperable. O si no, no hay sentido.

SEMANA: ¿Cómo reaccionó cuando leyó el guión de 'I'm not there'?
C.B.: Fue como sacar una ecuación algebraica. Tenía que ir donde el director Todd Haynes y decirle: "¿Puedes resolverme esto?". Leí el guión dos veces. La primera tuve que leerlo con mi esposo en voz alta para tener el ritmo, porque cada línea individual fue como un poema sonoro. Era rítmico e impenetrable a veces. Sólo el director podía resolver el rompecabezas.

SEMANA: Sobre 'Indiana Jones', ¿qué la movió a hacer una cinta de acción?
C.B.: Nunca había hecho algo así y esa fue una buena razón para hacerlo. Cuando Steven Spielberg me dijo "forma parte de esto", no pude decir que no. Crecí con estas cintas, eran parte de mi paisaje cinematográfico. Quería saber cómo funcionaba ese género. Y además estaba Steven. Es un maestro absoluto y tanto él como Harrison Ford conocen el género como las palmas de sus manos.

SEMANA: Las cintas que ha hecho no parecían las que llevarían a alguien al estrellato. ¿Las escogió con un propósito?
C.B.: ¿Alguien que busca el estrellato, realmente lo alcanza? No hay fórmula para lograrlo porque se puede escoger un proyecto increíblemente comercial y popular, pero tal vez no funcione. Tiene que ver con el tiempo y la suerte. No se puede planear el éxito. Cada paso que se da es una experiencia, y pensar de otra forma es un hueco en el camino hacia vivir la vida.