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CAUSA JUSTA

Malograda historia de suspenso que no respeta la coherencia interna ni de los personajes ni de la trama.

5 de junio de 1995

DIRECTOR: ARNE GLIMCHER
PROTAGONISTAS: SEAN CONNERY,
LAURENCE FISHBURNE Y KATE CAPSHAW
LA VULNERABILIdad del sistema judicial vuelve a ser protagonista en la nueva película de Sean Connery, un actor consagrado precisamente por sus papeles de defensor del bien (como el del veterano y ejemplar policía de Los intocables). Connery representa en esta ocasión a Armstrong, un catedrático de Harvard que reabre la investigación del asesinato de una niña para intentar salvar al acusado, un joven negro. que él presume inocente.
Pero esta es sólo la excusa argumental para el desarrollo de una típica película de suspenso con varios giros insospechados en el guión, que hacen correr la historia por caminos muy diferentes a los planteados al principio.
La exposición del tema, con la presentación de los personajes: el profesor, su esposa abogada, el supuesto criminal y los corruptos policías, se hace con una puesta en escena clásica y decorosa. Es la tradicional inmersión del héroe en un mundo hostil, encarnado por una lejana población y sus provincianos habitantes atados a atávicas creencias y conductas.
En este enmarañado contexto social, atravesado por odios raciales, el asesinato de una niña blanca tal vez ha sido juzgado parcialmente. Armstrong, en sus investigaciones rehace los pasos, para descubrir al final que la realidad es mucho más compleja de lo que creía desde la cátedra.
Pero en este descenso a los infiernos, la coherencia de la historia flaquea, mientras se recurre a varios lugares comunes del cine. El peligroso y sicótico preso Sullivan recuerda literalmente al magistral Hannibal Lecter de El silencio de los inocentes, mientras su confesión es calcada de Sueños defuga . Y el aparatoso desenlace tiene todos los ingredientes de Cabo de miedo, incluyendo el agua y la espok y la hija del héroe en manos de un sicópata.
Aunque la ficción es un ejercicio libre de la imaginación, tiene sus leyes y los personajes su coherencia interna. Nada de esto se respeta en este argumento que deja sin piso las representaciones de actores tan destacados como Connery y Laurence Fishburne en una historia malograda al final.

El nuevo Gepetto
UNO DE LOS MAS ACLAMADOS protagonistas de la pasada entrega de los premios Oscar fue Martin Landau, quien después de décadas de actuación, por fin se llevó la codiciada estatuilla, por su actuación en la película Ed Wood. La emoción no fue gratuita, pues la carrera de Landau no parecía ir más allá de su inolvidable papel en la serie de televisión Misión: Imposible.
Pero el Oscar ha vuelto a cotizar al actor y Martin Landau comenzará a rodar en los próximos meses la que sin duda será una de sus pelíeulas más maravillosas. Landau será nadie menos que Gepetto, en la nueva versión que el director Steve Barron -el de Las tortugas ninja -tiene pensado realizar de Pinocho. El filme tendrá entre sus locaciones las ciudades de Londres y Praga y contará con un presupuesto inicial cercano a los 30 millones de dólares.

Sólo tú
Una película tan romántica que termina siendo cursi.
DIRECTOR: NORMAN JEWISON
PROTAGONISTAS: ROBERT DOWNEY JR. Y MARISA TOMEI
ES DIFICIL CREER que un actor de la categoría de Robert Downey Jr., ganador del Oscar al mejor actor por su interpretación de Chaplin en la película del mismo nombre, se preste ahora para un filme que expresa el más claro romanticismo barato de Hollywood. Difícil también es creer que su compañera de reparto sea Marisa Tomei, galardonada como mejor actriz de reparto por su papel en la película Mi primo Vinny.
Pero así es. Estos dos actores son el falso atractivo de la comedia del director Norman Jewison, Sólo tú. La película es la historia de una mujer a punto de casarse (Marisa Tomei), que decide renunciar a su compromiso para seguir los designios de su destino amoroso, dictado en su niñez por una tabla ouija y confirmado en su adolescencia por una bruja. En medio de esta odisea aparece la figura de un galán (Downey Jr.) que hará todo lo posible por quedarse con ella a cualquier precio.
Rosada de principio a fin, la cinta hace gala de los recursos más evidentes para conmover al público con trucos rancios y amañados: el prometido de la novia es un hombre premeditadamente imbécil, totalmente opuesto a ella, con el ánimo de facilitar que la aparición del galán sea aceptada por el espectador con emoción inusitada; el romance se desarrolla en Italia, con vergonzosas referencias del director hacia ella como la tierra de los enamorados. Estos dos elementos, por sí solos, convierten a la película en un romance postizo y a la vez en una cuña turística.
En estas circunstancias, hasta los más acaramelados espectadores desconfían de la honestidad de la historia, y menos de los recursos narrativos de que se vale el director para sostenerla.
A pesar de su atractivo reparto, Sólo tú se derrite en su propio almíbar y se pasa de romántica para convertirse en prototipo de la cursilería.