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CHISPAZOS MILLONARIOS

Idolos de la farándula firman fabulosos contratos publicitarios.

25 de junio de 1984

Inventados el Pato Donald, el chicle, la Coca-Cola, los jeans y la fast-foot, a los norteamericanos no les quedó más camino que ingeniarse la manera de venderlos. De ahí que el negocio de la publicidad constituya para ellos un asunto tan serio como la bolsa de valores o la industria automotriz. Miles de millones de dólares se invierten anualmente en sofisticados anuncios para radio, prensa y televisión, que invitan al consumo masivo de toda clase de productos. Y una de las fórmulas que mejor resultado ha producido es la de echar mano de los mitos que los mismos medios han creado. Actores, deportistas y cantantes han prestado su imagen para imprimirle credibilidad a la calidad del producto que anuncian. Todavía quedan rezagos de la tremenda onda expansiva que Brooke Shields generó con su erótico mensaje: "¿Qué hay entre mí y mis Calvin Klein? Sólo mi piel". Y no sólo rezagos, sino cifras millonarias en ventas de los famosos jeans. Por otra parte, son muchas las actrices de cine que han prestado sus sinuosos movimientos y sus ondulantes y lustrosas cabelleras para ensalzar las maravillas de productos como el jabón Lux, entre ellas Ali McGraw, Rommy Schneider, Jacqueline Bisset y Victoria Principal. Y no faltan "cracks" del deporte,como Bjorn Borg, que ha visto crecer las cifras de su chequera no sólo por cuenta de su potente revés, sino por los jugosos contratos publicitarios en los que aparece promoviendo famosas marcas de ropa deportiva, de raquetas y de relojes. Sin embargo, pocas veces en la historia de la publicidad se ha pagado tanta plata como la que recientemente recibieron Michael Jackson, el grupo Menudo y Julio Iglesias, por la promoción de productos que, con seguridad, incrementarán notablemente sus ventas por cuenta del aura que les imprimen tan famosos ídolos de la farándula internacional.

ARDE MICHAEL JACKSON
Una de las compañías que más dólares invierte anualmente en publicidad es la Pepsi-Cola, que tiene una pelea casada con su más peligrosa rival la Coca-Cola. Cosechando los éxitos que, traducidos en cifras millonarias, había obtenido Michael Jackson con hits como Beat it y Billy Jean, el famoso cantante negro fue contratado por la compañía de gaseosas para filmar un comercial. "Michael es un genio, y uno puede contar con él para hacer cosas maravillosas", había afirmado Simon Fields, el productor de Billy Jean, el primero de los videos del álbum Thriller. Y lo mismo pensaba Bob Giraldi, quien había dirigido el video de Beat it, y quien fue contratado como director del comercial de la Pepsi-Cola.
Aprovechando el boom del álbum Thriller, que ha vendido más de 13 millones de copias en EE. UU. y 22 millones en el resto del mundo, los realizadores del comercial se montaron en ese millonario tren y contrataron a Jackson para un concierto en el cual se harían las tomas que servirían de base para el comercial.
El día 27 de enero, en el auditorio Shrine de Los Angeles, ante 3.000 horrorizadas fanáticas, Jackson prácticamente se convirtió en una antorcha humana. La estrella negra de 25 años estaba ejecutando Billie Jean, en cómpañía de sus hermanos, cuando hicieron explosión los fuegos artificiales programados para lograr determinados efectos en el escenario. Bien sea porque se movió lentamente o porque el despliegue pirotécnico fue muy rápido, el hecho es que hubo un mínimo desfase de tiempo que derivó en el accidente que le costó a Jackson quemaduras de segundo y tercer grado. Sin embargo, de no ser por la oportuna intervención de sus hermanos y de uno de sus amigos y guardaespaldas, Miko, el hijo de Marlon Brando, tal vez el cuento no se estaba contando. Los abogados del cantante iniciaron acciones para entablar una demanda, alegando que fue una explosión final, más fuerte que la que habían exigido los productores, la que ocasionó que el cabello de su apoderado se prendiera en llamas.
El comercial, cuya producción se estima en un millón y medio de dólares, estaba programado para salir al aire durante la ceremonia de entrega de los Grammys el 28 de febrero, y para la cual Jackson contaba con 12 nominaciones. La Pepsi-Cola, se afirma, le ofreció a Michael Jackson la friolera de 5 millones de dólares y el patrocinio de una gira este año.

DIGA "CHEESE...BURGER"
Si la guerra entre las dos firmas de gaseosa más populares es a muerte, la guerra entre las productoras de hamburguesas no se queda atrás. Las firmas que venden este típico producto de la fast food norteamericana retan permanentemente no sólo la creatividad de los directores de comerciales, sino la habilidad culinaria de los combatientes.
Para su último comercial, la McDonald's logró crear el artificio de una isla desierta en una playa de Puerto Rico. Durante 6 días con sus noches, en el Centro de Bellas Artes de San luan y en la playa de Luquillo, el equipo creativo que trabaja para la publicidad de McDonald's filmó escenas para un par de comerciales, en los cuales se hizo tal despliegue de complejidad técnica que habría impresionado hasta al mismo Steve Spieíberg. Todo forma parte de una estrategia para captar el mercado creciente de la población hispana en los Estados Unidos, que se calcula en un potencial de 23 millones de consumidores de hamburguesas, incluyendo casi 10 millones menores de 18 años. "Los años 80 son la década de los hispanos", afirmaba el vicepresidente de la agencia hispana de mercadeo y publicidad de la McDonald's, quien ha diseñado una campaña para la compañía y quien ha logrado para ello una buena tajada del presupuesto publicitario de 400 millones de dólares.
¿A través de qué o de quién quieren llegar a los consumidores de habla española? Era el interrogante para despejar. Y la respuesta no se hizo esperar. El furor que los mocosos de "Menudo" habían despertado, llevó a la conclusión de que ese grupo de adolescentes era la alternativa perfecta para vender los productos de la cadena. Los menudos de "Menudo" son la fast food de la industria musical del pop en el mercado latino y nada mejor que utilizar al quinteto de adolescentes puertorriqueños cuyas pegajosas canciones de amor han hecho palpitar los corazones de las quinceañeras desde Nueva York hasta Venezuela y Colombia.
Los integrantes del grupo estuvieron en marzo tres días consecutivos y absolutamente agobiadores bailando y cantando para el jingle de McDonald's en un concierto simulado, acompañados de docenas de hermosas "sardinas" que hacían de extras. Pero ésa era apenas una parte del comercial. Al cuarto día, el grupo se trasladó en helicoptero a la playa de Luquillo, donde McDonald's y los menudos se vieron envueltos en una simpática aventura imaginaria: tres de los miembros del grupo caracterizaron a unos naúfragos condenados a habitar en una isla desierta, hasta que un cuarto miembro hizo su aparición en un bote de remos cargado de hamburguesas.
Mientras para muchos el grupo demostró a través del comercial de McDonald's su frescura y su gran sentido musical, para otros su actuación sólo fue prueba de su sintética comercialidad. "Menudo, fue originalmente una idea encantadora", dijo el padre de uno de los integrantes originales del grupo. "Pero se ha convertido en un monstruo, en un objeto de consumo con vida propia". No parecían pensar lo mismo los 300 fanáticos que, incluyerido niños, madres y hasta abuelas, acompañaron a los menudos durante la filmación del comercial. Muchos de ellos terminaron admirando aún más a los integrantes del grupo al observar cómo obedecían pacientemente las instrucciones de los productores del jingle, que obligaban a los integrantes del grupo a filmar un mínimo de diez veces cada escena del comercial. La culpa, parece, la tuvo la "Big Mac", que es la más elaborada de las hamburguesas que produce McDonald's y que, sometida a los reflectores y a los rigores de la filmación, apenas si lograba un máximo de diez minutos de vida. Al cabo de ellos, la lechuga se marchitaba y la salsa especial que contenía cambiaba de color, caso en el cual, ni aun la extraordinaria fama de "Menudo" lograba garantizar su venta.
Es obvio que los aproximadamente tres millones de dólares que le pagaron a los menudos por la filmación de este comercial, sirvieron como condimento a las críticas de sus detractores. Pero muchos de quienes vieron grabar el comercial de McDonald's descubrieron que, no obstante el sentido comercial que les achacan, lo que existe detrás de cada uno de los integrantes del grupo "Menudo" es un niño de carne y hueso.

LA JULIO COLA
Pero ni las millonarias sumas recibidas por Michael Jackson y los integrantes del grupo "Menudo" son comparables con la que la Coca-Cola le pagó a Julio Iglesias por el contrato publicitario más fabuloso de la historia. Tan fabuloso será, que el acto de su firma fue transmitido por televisión en directo, vía satélite, a 90 países del globo, desde un salón de uno de los más lujosos hoteles del mundo: el Waldorf Astoria. De manera que fueron millones los televidentes que observaron con envidia, desde sus casas, a un Julio Iglesias que afirmaba radiante: "Este es un momento histórico. Es algo muy importante para España, incluso políticamente hablando, que me hayan elegido a mí entre millones de artistas de todo el mundo".
La felicidad de Iglesias, naturalmente, estaba respaldada por la astronómica suma de aproximadamente 27 millones de dólares que le reportará el contrato con la CocaCola. Antes de la firma del contrato, el presidente de la compañía hizo públicas las condiciones del mismo, que no son otras que el compromiso del cantante, en los próximos tres años, de promocionar la gaseosa en todo el mundo, a través de anuncios de prensa, radio y televisión.
Como dato curioso, la firma publicitaria ha contratado para la realización de los comerciales a Bob Giraldi, el mismo director de las cuñas que hizo Michael Jackson para la PepsiCola. Iglesias está obligado a filmar seis comerciales por año, para un total de 18, que no alcanzan a sumar 18 minutos en total, lo que significa que el cantante meterá entre su bolsillo la escandalosa suma de 1.5 millones de dólares por minuto.
Y eso no es todo. Como contrapartida a la colaboración de Julio Iglesias con la Coca-Cola, e independientemente de la suma que recibe por los comerciales, la compañía promocionará la próxima gira mundial del cantante, que se iniciará el próximo 2 de junio con un concierto benéfico en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, y que terminará el 30 de diciembre en Hawai. Durante siete meses, Julio Iglesias actuará en 150 ciudades de los cinco continentes, y ofrecerá un total de 120 conciertos, en cada uno de los cuales Coca-Cola invertirá cerca de 100 mil dólares.
Aunque aún no se ha hecho público el tipo de comerciales que se realizarán, se ha podido anticipar que uno de los lemas será el siguiente: "Julio Iglesias y Coca-Cola, las dos cosas más populares del mundo". Como fondo musical, se utilizarán sus últimos éxitos. Seguramente, la única canción que Iglesias no podrá utilizar en los comerciales de Coca-Cola sera su gran éxito "Me olvidé de vivir", porque ganando un millón y medio de dólares por minuto a cualquiera se le prende "la chispa de la vida".