En la mente de Chocquibtown

En el nuevo disco de la agrupación Chocquibtown hay espacio para la salsa, la electrónica, los ritmos del pacífico y el rock and roll. Esto no quiere decir que el grupo chocoano haya perdido su esencia, sino que la experiencia, las giras naciones e internaciones y el contacto con otros artistas les han enseñado nuevos ritmos y los ha hecho crecer. Este desarrollo se hace patente en la experimentación con otros estilos, en la diversidad de temas sobre los que escriben y en la expansión del rango vocal de Goyo, entre otras cosas.

En este CD –cuenta Goyo- hay canciones de protesta pero también de amor, algo que no es usual para el grupo. Cuando te veo –por ejemplo- es una canción que habla del enamoramiento, de las mariposas que revolotean en el estómago cada vez que se mira a la persona querida. Para ellos un mensaje de amor es igual de importante que uno de denuncia ante el racismo de la sociedad. “Somos seres humanos y todos nos enamoramos –dice Goyo-. El amor a la música, a la gente, a mi tierra y a mi familia son los motivos por los que yo me paro todos los días y salgo a trabajar.”

Para llenar esa canción de sentimiento la artista piensa en su hija Saba y en su pareja mientras canta la letra. Y los otros dos integrantes del grupo también tienen su propia manera de interpretar lo que están diciendo. Este fenómeno se hace particularmente notorio en El mismo, una canción que hace referencia a los prejuicios racistas de la sociedad. Si algo se pierde o algo malo ocurre siempre se le echan la culpa "al mismo".

Goyo y Tostao cantan la canción en primera persona mientras que Slow Mike la recita como si le estuviera hablando a un tercero.

La inspiración de las canciones les viene de todas partes. “Depende de la canción y de letra”, dice Goyo. Pero aclara que ella viene de la tradición del rap en la que contar experiencias propias o de otras personas es fundamental. En otras palabras, el rap le pone ritmo a la realidad. A pesar de que llevan viviendo de la música varios años componer no se les hace cada vez más fácil, y nunca graban una canción 'de primerazo'.

“Mezclamos ritmos y encontramos palabras con más facilidad, pero también nos hemos vuelto mucho más exigentes, más perfeccionistas”, dice Tostao. Hay letras que cavilan durante varios años, agregan una estrofa aquí y otra allá, dejan reposando, vuelven a oír en grupo y por fin un día quedan como les gusta.

Una de las características fundamentales de las composiciones del grupo es que, sin importar cuál sea el mensaje, la letra de las canciones siempre debe ser positiva. No vale protestar por protestar; mostrar las fallas de la sociedad para poder insultar o culpar a otros. Chocquibtown resalta la belleza de su pueblo y de su música y busca sacarle una sonrisa a quienes escuchen sus canciones.