Cine sin maquillaje

Simòn Brand cree en el cine con todos sus pecados, en el purgatorio de las cámaras, en el infierno de los rodajes y... en el paraíso. En Paraíso Travel. Y amén. Porque ya hizo su filme, entregó las cintas editadas y espera la bendición final del público.

En su segunda cinta en menos de un año, esta vez sobre una pareja de jóvenes que migra a Estados Unidos, el amor es el tema central y la migración ilegal el telón de fondo. Una historia parecida a la suya, aunque Brand tuviera los papeles en regla cuando viajó hace 17 años al país del norte. También él se fue por amor, vivió los infiernos del supuesto paraíso, y ahora cobra su lucha de esos días con una cinta honesta y sin maquillajes, diseñada para el mercado internacional, sobre las dificultades de alguien que tiene que sobrevivir en la adversidad del 'sueño americano'.

Paraíso Travel, la película que estrena en el país el 18 de enero, nacerá justo cuando Brand esté a menos de dos semanas de convertirse en papá. Es probable que si decide venir al estreno en Colombia, se devuelva al día siguiente a Los Ángeles, de emergencia, para estar al lado de su esposa, la presentadora Claudia Bahamón, porque no está dispuesto a perderse la escena irrepetible del nacimiento de su hijo. Sabe que no hay segunda toma en ese caso.

En cuanto al cine, en el último año ha logrado concretar un sueño que llevaba madurando desde la adolescencia, precisamente cuando migró a Estados Unidos. Ya a los 17 años Simón Brand había demostrado un talento especial para los videos musicales, y llegó a ser considerado una de las personas más influyentes del entretenimiento. Ganó premios por su trabajo como creativo, realizador y publicista. Pero su necesidad de hacer cine le fue mostrando el rumbo definitivo. Tanto así, que desde 2002, sus videos con Thalía y Alejandro Fernández, entre otros, tenían una condición: que fueran historias contadas y no una simple sucesión de imágenes.

Luego de estrenarse con Mentes en blanco, Brand dio el salto a su segundo filme como director con Paraíso Travel, con otra condición clara: que fuera de calidad internacional porque la historia, aunque colombiana, era universal. Tanto así que él mismo se había enamorado a los 19 años, cuando emigró, y se había quedado por una mujer.

"De eso se trata 'Paraíso Travel'. De la migración y del amor, pero en realidad es una historia de amor", dice el director colombiano, refiriéndose a la película basada en el libro de Jorge Franco. "Además, fue una coincidencia total: yo viajé de Colombia a Los Ángeles y me leí en el avión la historia de un solo tirón cuando apenas acababa de ser publicada. Cuando aterricé, con el libro en la mano y la convicción de que debía hacer una película sobre esta historia, recibí una llamada desde Colombia. Habían comprado los derechos de la cinta y querían que yo la dirigiera".

Con el apoyo de productores internacionales como Jonathan Sanger, Ed Elbert y Sarah Black, quienes habían realizado, entre otros, Ana y el rey y Vanilla Sky, empezó a trabajar en la cinta con un equipo técnico colombiano y con el propio Franco como guionista. Como ya conocía los secretos de la edición y de las cámaras, se concentró en los actores. Se lo había dicho Francis Ford Coppola en un curso que tomó con él en California: en los actores está fundamentado el cine.

Convencido de que en la dirección de ellos estaba el nervio de un buen filme, trabajó de cerca con Aldemar Correa, el actor principal, hasta lograr un papel brillante y memorable. La protagonista, Angélica Blandón, así como Margarita Rosa de Francisco, en cambio, no tienen la suficiente fuerza y parecen exageradas. Pero sí se destacan muchos de los personajes secundarios, como Ana de la Reguera, y Luis Fernando Múnera, en quienes también se fundamentan algunos de los mejores momentos de la cinta. Brand, para poder dirigirlos con conocimiento de causa, también estudió actuación.

Con cerca de 50 personas, sorteó las dificultades de temas como maquillaje, luz y planos, realizó el rodaje en más de 40 locaciones durante jornadas de hasta 18 horas diarias y con temperaturas, en el caso de Nueva York, de10 grados bajo cero. De la escena de fuga del protagonista rodaron 17 tomas en un plano secuencia sin interrupciones.

"Los comerciales y los videos se olvidan después de un rato. Esta cinta es mi verdadera hija y quedará por más tiempo. Mi clave fue rodearme de gente que admirara, y dejar que cada cual hiciera lo suyo. Juan Rendón y Franco trabajaron el guión; el editor hizo su trabajo con calidad, y así cada uno. Al final, está este resultado, luego de basarnos en el libro, porque ésta es una historia basada en el libro, no adaptada. Solo 'El Padrino' ha sido mejor que el libro".

Después del rodaje, Brand vivió el proceso que más le entusiasmaba: el de armar las piezas de su propia cinta hasta llegar a tener listo el rompecabezas de Paraíso Travel. Durante seis meses se sentó junto al sonidista, al lado del editor, o solo, hasta dejar todo sincronizado. No era fácil. Había más edición, música, locaciones y cortes que en Mentes en blanco. "Es una historia de amor que nada tiene que ver con violencia, y con un personaje protagónico con el que me sentí identificado". Al final, logró esta historia universal que espera proyectar con éxito en Estados Unidos.

Sus dos hijos (la película y su primogénito) verán la luz este mismo mes. Mientras tanto, seguirá con su 'parche' de amigos latinoamericanos que buscan revolucionar el cine en Estados Unidos con sus historias reales. Le llaman 'Frijolywood', y por ahí han pasado Alfonso Cuarón, Walter Salles, Fernando Meirelles y Alejandro González. A sus 36 años, Brand apenas comienza a explorar su visión de mundo, lejos del paraíso hollywoodense y cerca de la realidad sin maquillaje, donde están las mejores historias.