Home

Cultura

Artículo

CLASICO DE CLASICOS

SENSACION ENTRE LOS FANATICOS DE PINK FLOYD POR LA RECIENTE REEDICION DE ALGUNOS DE SUS PRIMEROS DISCOS.

24 de junio de 1996

De repente es como si Pink Floyd estuviera nuevamente de moda. Y ni siquiera es por una nueva reunión de sus integrantes ya más separados que nunca sino por la reedición de algunos de sus primeros trabajos y la versión sinfónica de varias de sus obras en un disco interpretado por la Orquesta Filarmónica de Londres, discos que recientemente se han colocado en el mercado local. El más interesante de estos títulos sin duda es Relics, un trabajo publicado originalmente en 1971 y que recopila algunas canciones de los dos primeros discos de la banda, lanzados entre 1967 y 1969, cuando su música deambulaba por los caminos de la sicodelia y la cabeza visible del grupo era Syd Barret, un músico talentoso que debió abandonar muy pronto la banda. Aquí se incluyen canciones como Arnold Layne y See Emily Play, que fueron sus dos primeros éxitos en Inglaterra en 1967. En esos años Pink Floyd aportó parte de su música a varias bandas sonoras de películas, entre ellas More (1969) y The Valley (1972), del director Barbet Schroeder, y Zabriskie Point, de Michel- angelo Antonioni (1970), en las que dejó sentir su capacidad de crear sonidos atmosféricos con un carácter progresivo. Los dos primeros, publicados ahora, dejan ver esa tendencia, especialmente More. El segundo, que como disco se conoce bajo el título de Obscured by Clouds, deja sentir ya una inclinación a sonidos más pop. Coincidencialmente, y paralelo a la publicación de estas legendarias piezas, se ha colocado en el mercado el álbum The London Philarmonic Orchestra Play the Music of Pink Floyd, en el que, bajo la conducción de Peter Scholes, la prestigiosa orquesta londinense recrea algunas de las piezas incluidas en los famosos Dark Side of the Moon y The Wall. El material resultará extraño para los seguidores de Pink Floyd y a su vez interesante para quienes siguen los sonidos clásicos. Obviamente, las variaciones son muy marcadas y las versiones, incluso de temas muy conocidos dentro de la discografía de la banda, como Another Brick in the Wall, Money y Comfortably Numb, muestran la importancia del valor vocal en los originales. Pink Floyd vuelve a sonar, evocando con nostalgia el pasado de una banda que escribió un capítulo importante en la evolución de los sonidos progresivos en el rock.