Home

Cultura

Artículo

Viva la fiesta coro colegio de música de Medellin
Viva la fiesta coro colegio de música de Medellin | Foto: Colegio de música de Medellin

Cultura

Colegio de Música de Medellín, de la formación infantil a los Grammy

Con el disco Viva la Fiesta, esta institución de Medellín logró ser nominada a los premios Grammy Latino. Así lo lograron.

8 de octubre de 2020

El Colegio de Música de Medellín nació en 1972 con una idea revolucionaria en su época: formar a los niños en música, encontrando así en el arte una vocación de vida, una manera de mirar la realidad. Desde entonces han sido casi cincuenta años ininterrumpidos en los que las aulas se han llenado de risas y notas musicales. Debido a la crisis de la pandemia, el Colegio ha pasado por momento difíciles, sin embargo hace pocos días recibieron la noticia de que están nominados al Grammy Latino en la categoría Mejor Álbum de Música Latina para Niños por el álbum Viva la Fiesta, esto se convierte en una bocanada de aire, en un aliciente.

El álbum Viva la Fiesta reúne diez canciones de ritmos de música popular colombiana entre los que se encuentran bambucos, currulaos, porros chocoanos, tamboras, vallenatos y joropos, todos asumidos desde la raíz tradicional y con letras que no necesariamente son infantiles, algunas compuestas por Diego García, Ligia Sánchez, Alejandro Bernal y Tere Taborda, directora del coro.

“Nosotros grabamos el disco aquí en el colegio y en los estudios caseros de muchos de los músicos que hicieron parte del proyecto, esto se lo mostré a Juancho Valencia, de Merlín Producciones, y a él le gustó mucho y dijo que quería terminar el trabajo. Entonces ellos hicieron la mezcla, la masterización y la distribución en plataformas digitales”, dice Tere Taborda.

Una de las claves del disco, justamente, está en su trabajo de posproducción, donde se siente la identidad de Merlín Producciones —una de las empresas culturales más sólidas de Medellín— con un sonido minimalista, justo, donde los instrumentos ocupan su lugar sin excesos acústicos. Además, las voces de los niños son totalmente protagonistas desde su identidad: no simulan la voz de un cantante mayor, como suele suceder en este tipo de proyectos.

“A mí me gustan las voces naturales. Casi todos los temas fueron grabados con cada niño canta con su voz. Hay unas canciones donde las niñas son más grandes y están tiradas a ser más cantantes… Pero casi todas las canciones las hicimos con la voz natural del niño, que es donde está la riqueza del sonido. Siempre hacemos ejercicios de técnica, de respiración, ejercicios para afinar, pero ante todo se trata de que reconozcan su voz y canten con ella”, dice Taborda.

En el Colegio de Música, los niños más pequeños empiezan con clases de iniciación musical, acercándose a los conceptos percutivos desde el instinto, desde lo primario, desde el juego. Una vez sobrepasan esta etapa, empiezan a estudiar un instrumento a elección y, al mismo tiempo, empiezan con las clases de lectura y aprenden a reconocer el pentagrama musical.

Además, los que desean pueden ingresar al coro que dirige Taborda. “Yo recibo a todos los niños, porque me parece que todos los niños pueden cantar, porque si hay un desafinado ahí se va acoplando. Me gustan las voces naturales de los niños. Siempre estoy buscando repertorio, en este álbum aparecen canciones nuevas. Este trabajo era un embeleco de hace años de trabajar con música colombiana”.

En medio de la crisis que viven las empresas culturales por las condiciones que impone la pandemia, el Colegio de Música de Medellín se mantiene con altos estándares de calidad, entregándole a los niños otras miradas de la vida, de la belleza.