Home

Cultura

Artículo

MÚSICA

Colón electrónico

El teatro más tradicional de Bogotá se ha convertido en un importante espacio de difusión de la vanguardia contemporánea.

23 de mayo de 2004

Ocho de la noche de un martes cualquiera. Junto a la entrada del Teatro Colón, enfrente a la Cancillería y en pleno corazón del barrio más viejo de Bogotá, se agrupan decenas de estudiantes, o de personas con pinta de estudiantes, bien alternativos casi todos ellos. No son demasiados pero cada año son más, y muchos de esos rostros se han vuelto familiares para los mendigos y los vecinos de la calle 10 con carrera quinta, acostumbrados por décadas a convivir con la pompa del Palacio de San Carlos y el emperifollado público habitual del teatro.

Ellos esperan que comience uno de los 35 conciertos programados para este año del ciclo 'Colón electrónico'. No es un espectáculo de DJ techno o house (aunque algo de esto se mezcla) sino una presentación de alguna de las tantas variantes de la denominada música contemporánea, genérico que abarca las distintas vanguardias que han surgido desde la segunda mitad del siglo XX. Un concepto muy vago que cobija desde la presentación de un intérprete que se come una zanahoria frente a un micrófono hasta complejas arquitecturas sonoras elaboradas en tiempo real a través de programación de computadores y acompañadas por imágenes de video procesadas.

¿Qué pensaría la vieja guardia del teatro, acostumbrada a los sonidos clásicos y románticos de las sinfonías y las sonatas?

"Uno de los objetivos es desacralizar al Teatro Colón, quitarle el peso de ser escenario de música vieja, conjugar su arquitectura clásica con propuestas contemporáneas, traer público nuevo al teatro", señala Amalia de Pombo, directora del teatro.

Este es el tercer año en el cual el viejo escenario, construido a imagen y semejanza (y a escala) del Teatro Alla Scala, de Milán, acoge las disímiles y casi inclasificables propuestas de músicos colombianos y extranjeros, casi todos ellos estudiantes o egresados de escuelas de la cada vez más mal llamada 'música clásica' o 'música culta'. Es frecuente que estas propuestas vayan más allá de la música. "Muchas de estas composiciones combinan música con video o con expresión cultural. Las fronteras entre géneros y técnicas, así como entre 'lo culto' y 'lo popular', son cada vez más difíciles de definir", señala Ana María Romano, actual directora del evento.

'Colón electrónico' comenzó en 2002, cuando Clarisa Ruiz, entonces directora del Teatro Colón, invitó al compositor Roberto García y al profesor Ricardo Rozental para que le dieran forma al proyecto.

Al comienzo se daban cita 80, 100 personas, y poco a poco el asunto ha ganado más adeptos. Muy pronto el evento dejó de ser electrónico, pues comenzó a acoger las diversas tendencias de la música contemporánea y por ese motivo en 'Colón electrónico' también tienen cabida instrumentos convencionales de la orquesta, instrumentos folclóricos y accesorios sonoros acústicos adaptados por los artistas. En su primer año el ciclo realizó 17 presentaciones; el segundo, 30 y para este la meta es 35, una prueba de la consolidación de este espacio, tal vez el único ciclo continuado con el que cuentan los nuevos compositores colombianos para divulgar sus creaciones, sacarlas de la burbuja académica de las universidades y presentárselas a la gente de la calle.

Los participantes fueron escogidos luego de una convocatoria pública en la que se tuvieron en cuenta la pertinencia musical (muchos roqueros y DJ se presentaron), la calidad de las propuestas y los méritos ganados en el pasado. Este año se ha notado un boom de música contemporánea para guitarra.

Amalia de Pombo afirma que esta no es una música para las masas, "pero no podemos quedarnos en la falsa idea de que es de élite". De hecho, decenas de gomosos de las tendencias más comerciales de la música electrónica (techno, house,

dance) asisten a los conciertos para enriquecer sus conocimientos y experimentar con nuevas sonoridades.

Y mientras algunos músicos de la vieja guardia aún se resisten a aceptar estas vanguardias, son más y más los jóvenes que la disfrutan y que se animan a componerla. De acuerdo con García y Rozental, el público colombiano ha adquirido mucho criterio en los últimos años y progresivamente ha aprendido a distinguir.

"La buena música le exige al oyente atención, audición y profundización, señala Ana María Romano. También es necesario perderle miedo a lo desconocido, romper el mito de la inaccesibilidad de la música. La supuesta resistencia a estas propuestas se deben más a un desconocimiento que a un disgusto. No hay que contentarse con el facilismo de la música ligera".

Este evento cuenta con el apoyo de las universidades Nacional (que les presta equipos) y Javeriana, diversas embajadas e institutos culturales de otros países que apoyan la presentación de artistas internacionales y el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá (Icdt).

Muchas de las presentaciones se complementan con talleres y charlas con los músicos antes o después de la función. Esto le permite al público conocer más de cerca el proceso creativo y a los músicos tanto de Colombia como del exterior, e intercambiar opiniones y conceptos.

Esta experiencia que ya comienza a consolidarse no es muy común ni siquiera en países más desarrollados. Además, no es un suceso aislado sino el reflejo de la rápida evolución que han vivido las escuelas y los conservatorios de música del país. El Ministerio de Cultura ya ofrece una beca para música electroacústica y se han vuelto comunes los convenios de intercambio y residencias artísticas, lo que ha permitido, por ejemplo, que músicos colombianos viajen al Reino Unido y vengan a Colombia compositores e intérpretes británicos.

En noviembre de 2003, gracias al apoyo de algunos de los intérpretes del ciclo se presentaron en bibliotecas públicas y otros espacios como Maloka y el Planetario Distrital para proyectar estas propuestas en diversos lugares de la ciudad. Este año está previsto repetir la experiencia.

Gracias a 'Colón electrónico' varios músicos colombianos residentes en el país y el exterior han estrenado sus piezas. Esta expresión cultural tan alejada de las modas, el simple entretenimiento y la farándula de los Grammy latinos ya ha encontrado un espacio consolidado no sólo de divulgación sino también un ámbito de reflexión, pues la música contemporánea ofrece herramientas muy valiosas para redescubrir, reinterpretar y preservar el patrimonio musical de la Nación.

La programación de este año incluye:

- Cuarteto de guitarras ASAB: "Compositores colombianos y otros"(música de acústica)
- Mauricio Bejarano: "Imagen orquestal" (música acusmática)
- Andrés Flórez: "Fabul el caverbajo" (recital de contrabajo)
- Juan Reyes: "Música para código abierto" (música por computador)
- Beatriz Elena Martínez: "Piezas para voz y electrónica" (música mixta)
- Ensamble CG: "32123" (música acústica)
- Omar Aguirre: "Voy para el colón electrónico" (música acústica para guitarra)
- Ensamble de Música Contemporánea de la ASAB: "Música contemporánea" (música acústica)
- Fabián Torres / FAO: "Agua" (música mixta)
- Edisson Moreno: "Tocando al aire" (música acústica para guitarra)
- Daniel Prieto: "ecofonías" (música mixta e instalación audiovisual)
- Fabián Quiroga: "Hebra" (música mixta)
- Daniel Leguizamón: "La Macarena" (música acusmática)
- Dúo de guitarras de Juan Carlos Arias y Jorge Mario Díaz: "Guitarracontemporánea" (música acústica y mixta)
- Dúo Decentro: "Seis obras. Tres compositores"(música acústica,electroacústica y mixta)
- Concierto de los ganadores del concurso de música electroacústica convocado por "Premios" del Ministerio de Cultura
- Cuatro Conciertos de los Laboratorios de Música Nueva liderados por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo, programa y participantes por definir