CON BOMBAS Y SEPENTINAS

En Colombia siempre ha existido un gran temor a utilizar los espacios públicos. Cualquier propuesta de realizar eventos en ellos muere muchas veces por miedo al espectro del basurero que quedaría al día siguiente. El arte, que en otras latitudes se ha manifestado en toda suerte de eventos al aire libre, sigue en nuestro medio atada a las galerías y a los museos, a los teatros y a las emisoras de FM. Todas las ciudades de Colombia tienen por lo menos algún lugar apropiado para hacer en él una fiesta del arte. Medellín hizo el experimento y fue un éxito.
Durante el sábado y el domingo del primer fin de semana de diciembre, Medellín vivió la fiesta de Bazarte.
Cuadros colgados de los troncos de los árboles, mimos y actores de teatro en medio de millares de visitantes, rostros pintados de blanco y adornados con estrellas, se vio de todo. En la plazoleta de Suramericana de Seguros se volcaron los artistas de la ciudad quienes pudieron vender a precios módicos todo tipo de trabajos. Fotografías, batiks, pinturas y artesanías decoraron un escenario que se prestó para todo tipo de actos: teatro callejero, música, juegos, sainetes y números a cargo de espontáneos. El desenvolvimiento de las gentes permitio un ambiente alegre y fueron dos días en los que el arte se acercó a los habitantes de Medellín, un regalo navideño que otras ciudades del país están en condiciones de recibir.
Esta fue la segunda versión de Bazarte realizada en Medellín. En esta ocasión se organizó el evento en cuatro meses y se duplicó de 32 a 64 el número de espectáculos presentados.
En Medellín, durante una semana, se presentaron la Orquesta Sinfónica de Antioquia, grupos folklóricos y de rock junto con los grupos de teatro haciendo la antesala de Bazarte. En términos generales el evento fue un éxito y poco a poco se está convirtiendo en una necesidad de Medellín.
Fuera de eso la idea está tratando de llegar a otras ciudades.
Este año Bogotá tendrá su primera versión de Bazarte el 17 y el 18 de diciembre. Toda una gama de artistas, al igual que en Medellín, se robarán durante dos días la atención de los bogotanos. Bazarte Bogotá tendrá una serie de ideas bastante nostálgicas como poner en venta cancioneros, imágenes populares, bombas y algodones rosados de azúcar. Las colonias que viven en Bogotá presentarán las costumbres de sus regiones y los extranjeros prepararán comidas típicas de sus países en un intento de convertir Bazarte en un festival gastronómico de carácter mundial. Los artistas, además de exponer y vender su obra, trabajarán a la vista del públicos titiriteros, los folkloristas, los caricaturistas le darán aún más colorido a Bazarte y muy seguramente serán rematados allí libros de la librería Buchholz del centro que en estos días cierra sus puertas.
Bazarte, al igual que en Medellín, ha sido un trabajo interinstitucional en el que participan Colcultura, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo, el Concejo de Bogotá y otras organizaciones. Se trata de un esfuerzo común de los organismos dedicados a divulgar la cultura, lo que hará más efectivo la empresa. El éxito de Bazarte en Medellín ha llenado de optimismo a los organizadores y se prevé que en un futuro este evento se realizará de manera simultánea en varias ciudades de Colombia, lo que le dará un carácter nacional a Bazarte.
Los espacios públicos de las ciudades colombianas por lo general han sido subutilizados y muchas veces abandonados al capricho de las malezas y de los pastizales. Bazarte es un proyecto que a la vez que aprovecha esos espacios, también pone durante un fin de semana el arte al alcance del público. Ejemplos como éste son los que le quitan el miedo a quienes temen darle usos activos a los espacios urbanos. Y qué mejor manera que poniéndolos al servicio de eventos donde la cultura y los habitantes de las ciudades sean sus principales protagonistas. -
-Eduardo Arias -