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Gustavo Dudamel, director que hoy goza de reconocimiento mundial, se formó en el Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela.

MÚSICA

Conciertos con 'agenda' bilateral

Con música se celebra esta semana en Bogotá el restablecimiento de relaciones con Venezuela y el comienzo de un programa de orquestas que se inspira en una experiencia exitosa del vecino país.

Emilio Sanmiguel
11 de diciembre de 2010

El concierto de la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar de Venezuela esta semana en el Teatro Julio Mario Santo Domingo no es uno, sino cuatro, y con ellos se celebra el arranque oficial de un acuerdo bilateral entre los dos países. “La cultura, en su sentido más amplio, debería ser un vehículo de relaciones internacionales, es el momento de desmitificar que la música clásica sea patrimonio de la élite y verla mejor como parte del engranaje jalonador de otros procesos: la inversión en cultura es una inversión para la prosperidad y un gasto imprescindible, y el proceso musical de Venezuela tiene mucho que enseñarnos a los colombianos”, declaró a SEMANA Mariana Garcés, ministra de Cultura, quien ha visto en el restablecimiento de las relaciones colombo-venezolanas la oportunidad de estrechar lazos con la exitosísima Red de Orquestas Juveniles de Venezuela, que ha dado como resultado nombres de la talla y el prestigio de Gustavo Dudamel y la Orquesta Simón Bolívar, cuyo renombre ha sido reconocido en todo el mundo.

El lunes 13, el Auditorio de la Universidad Jorge Tadeo Lozano presenta los grupos de cámara y jazz y, el martes 14, en el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional, el Ensamble de Metales de Venezuela.

El miércoles 15, en el Santo Domingo, Dudamel estará al frente de la Orquesta Binacional, conformada por 200 miembros, 100 venezolanos y 100 colombianos, procedentes de la Sinfónica Nacional, la Filarmónica de Bogotá, la Orquesta Eafit de Medellín y las Filarmónicas de Antioquia y Cali, con obras latinoamericanas de Atehortúa, Castellanos y Ginastera y la suite El pájaro de fuego, de Stravinski.

El jueves 16 en la mañana, también en el Santo Domingo, Dudamel hará un “ensayo abierto” para estudiantes de música y en la noche dirigirá la Simón Bolívar y la Coral Santa Cecilia de Bogotá en la Sinfonía n.º 2 Resurrección, de Gustav Mahler, el compositor que le ha proporcionado los más resonantes triunfos de su carrera internacional: sin duda, este es el concierto que despierta las mayores expectativas.

Después de estos eventos vendrá el desarrollo de un acuerdo que llega en buen momento. Esto porque la estructura musical del país no termina de consolidarse, las orquestas mencionadas y otras agrupaciones similares en proceso de formación no alcanzan un nivel capaz de desbordar fronteras y no se compadece con la proliferación de conservatorios de música creados a lo largo y ancho del país durante las últimas décadas, en tanto que el Plan Batuta, creado en 1991 por la entonces primera dama, Ana Milena Muñoz de Gaviria, tras 19 años de labores no ha evolucionado acorde con las expectativas que despertó en su momento.

El proyecto contempla el desarrollo de los Centros Orquestales de Frontera, que pondrán en marcha la formación musical en poblaciones como Puerto Carreño, Villa del Rosario y Maicao, en Colombia, y Paraguachón, San Antonio del Táchira y Guasdualito, en Venezuela, que trabajarían en coordinación con el Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela y el Plan Batuta de Colombia. Cada uno de ellos se encargaría de la formación musical de 120 niños: 60 colombianos y 60 venezolanos, con maestros de los dos países.

Es un hecho que la serie de presentaciones de la Orquesta Simón Bolívar bajo la dirección de Gustavo Dudamel, más allá de ser el cierre con broche de oro de la temporada musical 2010, podría constituirse en el inicio de una nueva etapa en la historia de la música en el país y en el establecimiento de fuertes lazos culturales entre las dos naciones.