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CONTRA EL MURO

Un musical que mezcla imagen real y dibujos animados, "The wall", analiza el comportamiento del hombre.

22 de noviembre de 1982

Desoladora, inquietante, deprimente, son algunos de los adjetivos que se le pueden dar a esta película de Alan Parker, sobre el disco "Pink Floyd the wall". Por primera vez un musical llega tan adentro de la mente humana, analiza situaciones síquicas y pega fuertemente, tanto como su "heavy rock" en la actitud del espectador que espera encontrar una versión dulce a la manera de "La banda de los corazones solitarios del Sargento Pepper", desastroza realización, y realmente se enfrenta a este crudo ensayo de la conducta humana.
El éxito más importante en el camino del Rock en 1979 lo constituyeron estos dos long plays que estuvieron durante semanas en los primeros puestos de popularidad de todo el mundo, especialmente entre los adoradores del Rock fuerte y los intelectuales que veían en su crítica una valerosa actitud; "We don't need no education" "Mother, do You Think they'll try to break my balls? "
La letra ha sido escrita por Roger Waters, líder del grupo, casi como una forma de exorcismo de la alienación que él siente emanada de la audiencia.
Para llegar a esta crítica, Waters hace un examen de sí mismo que va desde sus días de niño huérfano hasta su vida actual y en ese espacio eminentemente autobiográfico aparecen sus ideas de represión y aislamiento en donde aparentemente hoy se encuentra. Este análisis le produjo al grupo ventas de más 12 millones de copias.
"The wall" es una batalla doble, la fuerza de las ideas de destrucción en el texto y la imagen avasallante de un joven en pleno stress, exponiendo su vida en cámara. Ambas son destructoras. Quizá la secuencia más importante por la relación entre realidad y surrealismo es aquella que comienza con un primer plano de Pink (Bob Geldof, quien no pertenece al grupo dado que ninguno de ellos aparece en la cinta) en este cuarto de hotel en donde vive, mientras la cámara hace un prolongado zoom back (retroceso) hasta salirse de él y colocarnos en un gran cuadro blanco en donde una veinteava parte, una esquina del mismo, es el lugar donde Pink se encuentra. A este cuarto gigante entra una sombra, una mujer, su novia y la sensación pega dolorosamente.
Después del éxito de "Fame", cuya primera parte es magistral, decayendo a cada paso hacia el final, buena película no superior a "Midnight Express", su mejor obra, pasando por "Shoot the moon", casi anodina realización, "The wall" es una obra que hay que verse. Agréguese a la música sensacional de este grupo la presencia de Gerald Scarte quien es el encargado de los dibujos animados y prácticamente el creador de la secuencia erótica entre dos flores, realmente excitante y casi pornográfica pero hermosa, en nada parecida (por lo menos en su intención) al candor de "Fantasía".
La película nació de una idea de Parker y de una conversación telefónica intrascendente entre éste y un miembro de Emi, la empresa disquera. Acabada "Fame", Parker seguramente hablaba sobre el disco de su película, llegaron a tocar el tema de "The wall" y allí nació la idea de hacerla. Roger Waters aceptó con sólo una llamada. Allí empezaron los problemas. Parker se dió cuenta que no podía filmar el show que Waters había previsto para su disco y que tuvo no menos de 20 presentaciones en todo el mundo; tenía además ya algunas películas en animación hechas por Scarte para el show en vivo y junto a él la presencia de éste Waters que quería hacer "su" película y a su manera. Parker tuvo que imponerse.
El resultado de esta mezcla de imagen real, y dibujos animados dentro de una atmósfera realmente surrealista, siquiátrica, por decirlo así. Un estudio feroz sobre el comportamiento anormal del hombre.
Hay que destacar el ensamblaje perfecto de Pink como líder Nazi, la escenografía que lleva a crear un símbolo diferente a la cruz gamada, cambiándola por dos martillos que de un momento a otro se convierten en dibujos animados que marchan en la misma forma aterradora que las tropas de Hitler. Igualmente hermosa es la escena reiterativa de Pink pequeño caminando por el campo, corriendo a cámara, así como es de estremecedora la secuencia gris de los niños con los vestidos de colegio caminando en cola y el desenfreno final cuando acaban con sus pupitres, libros, su dependencia de los maestros.
Pero "Pink Floyd The Wall" tiene un grave problema. Quizás se debe al mismo disco del que se desprende. Uno siente que, como en "Fantasia", está observando ilustraciones fuertes de la canción, aunque hay varias escenas que se desarrollan a través de toda la película (como algunos temas en el disco) Parker no alcanza a desarrollar la obra redonda que se necesitaria para crear un verdadero nuevo concepto de musical. Por eso la película termina de tajo, como en plena mitad del drama y uno se queda complicado mirando los créditos a la espera de que de pronto se sienta el punto final.
Henry Laguado