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Un misterioso hombre sin nombre (Daniel Craig) se despierta, en un desierto del Lejano Oeste, con un brazalete de ciencia ficción atornillado en su muñeca.

CINE

Cowboys & Aliens

No es la tontería que anuncia desde su título ni la superproducción que tendría que ser para justificar su existencia. **1/2

Ricardo Silva Romero
3 de septiembre de 2011

Título original: Cowboys & Aliens

Año de estreno: 2011

Género: Ciencia ficción

Dirección: Jon Favreau

Guion: Robert Orci, Alex Kurtzman, Damon Lindelof, Mark Fergus y Hawk Ostby

Actores: Daniel Craig, Harrison Ford, Olivia Wilde, Sam Rockwell, Clancy Brown, Adam Beach, Paul Dano, Keith Carradine

Y lo que sigue, después de leer el título de este relato, es la pregunta de si hay en el mundo alguien capaz de ver semejante tontería: un experimento ridículo que prueba el cansancio de Hollywood, un western invadido por marcianos, un largometraje que se toma completamente en serio la labor de narrar el duelo a muerte entre un grupo de pistoleros del oeste y un puñado de extraterrestres de película. Sí, es una buena pregunta: ¿quién, en su sano juicio, está dispuesto a pagar una boleta de las de ahora para ver una historia que se llama Cowboys & Aliens y que no es una producción en 3D diseñada para toda la familia?

Verán la entretenida Cowboys & Aliens, mitad interesante juego para cinéfilos, mitad pérdida de tiempo sin pies ni cabeza, los lectores de la novela gráfica de 2006 en la que se encuentra basada. Fue el ilustrador Scott Mitchell Rosenberg, conocido en el mundo de las historietas por su trabajo en Malibu Comics (la editorial que dio origen a las aventuras de Hombres de negro), quien tuvo, en 1997, la extrañísima idea de obligar a un grupo de vaqueros a enfrentarse con invasores extraterrestres. El proyecto, que desde el principio se presentó como "un cómic con aspiraciones de superproducción cinematográfica", tardó diez años en volverse libro y cinco más en convertirse en este largometraje. Y mientras se iban reuniendo las piezas del rompecabezas, de su envidiable equipo creativo a su elenco sorprendente, fue haciéndose día por día un fiel y numeroso grupo de seguidores.

No solo ellos la verán. También estarán pendientes, por puro masoquismo, los fanáticos de los dos géneros. Irán a los teatros, por esperanzados, los que creen que ninguno de los realizadores se habría metido en un proyecto tan absurdo si no supiera que iba a salir bien. Y, por amor al cine, no podrán perdérsela quienes han visto a Harrison Ford en tantas películas tan buenas.

Sin embargo, todos saldrán decepcionados en alguna medida. Cowboys & Aliens, que está teniendo serios problemas para recaudar los 170 millones de dólares que costó producirla, no trata de engañar a nadie: su propuesta está más que clara desde el título. Cuenta cómo un misterioso hombre sin nombre se convierte en el líder de Absolución, la población que quiere castigarlo, cuando se ven todos obligados a defenderse de un ejército de monstruos del espacio exterior. Y en verdad no pretende ser más que un divertimento rentable que nos recuerde, de paso, que las rivalidades entre las personas se ven pequeñas frente a la posibilidad del exterminio de la humanidad. Pero todos los espectadores querrán algo más: una razón extra, que no existe, por la que ha venido al mundo esta película insólita.

Cowboys & Aliens no es la tontería que anuncia su título pero tampoco es la aventura ingeniosa que tendría que haber sido para justificar del todo su existencia.