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CUATRO DIAS EN SEPTIEMBRE

La historia del secuestro del embajador estadounidense en Brasil en 1969, a mano de un grupo de jóvenes insurgentes.

23 de noviembre de 1998

En septiembre de 1969 y bajo el régimen de la dictadura militar de Brasil, el embajador de Estados Unidos fue secuestrado durante cuatro días por un inexperto grupo insurgente que buscaba la desestabilización política pero, sobre todo, hacerse propaganda sobre su aparición en el traumático escenario nacional de entonces.
Fernando Gabeira era uno de ellos y su experiencia como plagiario quedó condensada en el libro autobiográfico ¿O que é isso, companheiro?. El director brasileño Bruno Barreto se encargó de llevar el episodio al cine y el resultado fue Cuatro días en septiembre, cinta que le valió una nominación al Oscar este año en la categoría de mejor película de habla no inglesa.
Más que una propuesta temperamental alrededor de la personalidad y los ideales de sus protagonistas, la película es el relato cronológico del secuestro desde el momento del plan hasta la liberación del diplomático. Sin mayores pretensiones analíticas, el director deja de lado el corazón y deja transcurrir el filme bajo el riguroso sentido de los acontecimientos, algo que bien puede servir de documento periodístico pero que desde el punto de vista cinematográfico no ofrece ninguna visión determinada. Quizás ese sea el motivo de que la película no logre conectar al espectador ni con la pesadilla del secuestrado ni con la pasión y la incertidumbre de los insurgentes. Plana de principio a fin, Cuatro días en septiembre no pasa de ser un testimonio con valor histórico pero sin ese detonante fundamental que diferencia a una buena historia de su simple anécdota.