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| Foto: Daniel Reina

ENTREVISTA

“Asistimos al fin de 70 años de guerrillas”

Darío Villamizar presentó este jueves el más ambicioso trabajo historiográfico sobre la guerra de guerrillas en Colombia en su libro 'Las guerrillas en Colombia'.

14 de septiembre de 2017

Desde hace 20 años Darío Villamizar se ha convertido en un acucioso investigador de la historia de la guerrilla en Colombia, y en particular de la del M19. Su primer libro, Aquél 19 será, dio paso a otros sobre los procesos de paz, y de manera muy especial su trabajo sobre el fundador del M19, Jaime Bateman, biografía de un revolucionario. En los años recientes Villamizar se ha dedicado a documentar la historia de 420 guerrillas que existieron en América Latina. Parte de ese trabajo ha sido reconstruir el extenso devenir de estos grupos armados en Colombia, que lleva más de 70 años, pero cuyos métodos se remontan incluso al siglo XIX.

El libro, publicado por el sello Debate y que se presentó en el Hotel NH Pavillon, es un reconstrucción minuciosa, crítica y rigurosa de los episodios que marcaron el auge y declive de los grupos armados insurgentes, su paso de autodefensa a guerrillas, y de estas a ejércitos. También los innumerables ciclos de paz, amnistías, con sus luces y sombras.

SEMANA.: ¿Estamos asistiendo al final del ciclo guerrillero?

Darío Villamizar.: Si, no solo en Colombia sino en América Latina. Entre 1959 y hoy existieron en América Latina 420 grupos que aspiraban a la toma del poder para cambiar las estructuras. En los años 80 hubo un auge de guerrillas en el continente. Luego vino un proceso de declive que termina en Colombia. Aquí comenzó el ciclo guerrillero y aquí termina.
¿Sin revolución cubana hubiera habido guerrillas en Colombia?
Creo que sí. Los comunistas empezaron a ganarse a las autodefensas de campesinos liberales mucho antes. Se ganan a uno que se llamaba Pedro Antonio Marín. Se lo gana Charro Negro que ya era comunista. Eran los comunes. Hay que entender por qué el nombre de la Farc hoy retoma a los comunes.

SEMANA.: ¿Pero la influencia cubana fue definitiva?

D. V.: Hay unas palabras de Jaime Guaracas en Cuba, que dice: cuando ustedes triunfaron nosotros llevábamos diez años echando tiros. Para esos grupos que surgieron en los 60 su referente no era el campo colombiano sino lo que pasaba en La Habana: la llegada de los barbudos, la figura mítica del Che. Lo de acá era un proceso más lento y opaco.

SEMANA.: ¿Por qué la guerrilla duró más en Colombia?

D. V.: Si se mira todo el ciclo guerrillero, podemos decir que en Colombia hay 70 años de guerrillas. En un primer momento fue una guerrilla muy autárquica, metida en si misma. En el 64, después de Marquetalia hay un salto de autodefensa a guerrilla cuando se crean las Farc pero al mismo tiempo surgen el EPL y el ELN. Creo que las condiciones geográficas de Colombia hicieron muy difícil su derrota.

SEMANA.: ¿Tuvo algo que ver con esa duración el tipo de respuesta que dio el Estado?

D. V.: Claro, la gran posibilidad de permanencia y de extensión en el tiempo la dieron condiciones propias del país. Esa aparente democracia, el llamado cada 4 años a las elecciones, no radicalizó al el país. En otros países la radicalización fue inmediata y de corta duración. Aquí apenas nacen las guerrillas son golpeadas, todas tuvieron una crisis de nacimiento. Pero empezando los 80 que remontan esas crisis.

SEMANA.: ¿Debido a las rentas ilícitas?

D. V.: Eso juega un papel muy fuerte. La Coca, el petróleo y el secuestro y la extorsión.

SEMANA.: ¿Cree usted como otros historiadores que la Operación Marquetalia fue un error?

D. V.: Atacaron a un grupo de campesinos y cuando el ataque terminó, ya era un grupo guerrillero en expansión. Claro que fue un error.

SEMANA.: En 70 años de guerrillas hemos tenido muchos procesos de paz que no logran terminar con el ciclo. ¿Por qué esta vez si podemos creer que es el cierre?

D. V.: El ciclo de la búsqueda de la paz comienza con Belisario Betancur y se mantiene por 32 años. En los años 90 varias guerrillas entran a la vida civil, porque entienden que la guerra de guerrillas terminó. Que el país está en la búsqueda de reformas. Pero quedan en el monte las más fuertes y las de mayor expansión. Hoy yo creo que hay una fatiga del metal. Lo que le está pasando al Eln es lo que le pasó a las Farc hace 4 o 5 años: le falta por andar un trecho pero ya está en el camino del fin del ciclo guerrillero.

SEMANA.: ¿Qué deja ese ciclo? ¿Fracasos?

D. V.: Es un fracaso si se compara con el tipo de sociedad que se quería construir. Porque hoy nos gobiernan las mismas élites de hace 50 años. Sin embargo, las guerrillas han hecho grandes aportes: la Asamblea Constituyente, la misma Constitución del 91, muchos excombatientes han estado en cargos públicos y de elección popular. En América Latina hace unos años hubo cinco presidentes exguerrilleros de manera simultánea…

SEMANA.: ¿Qué papel tuvo la guerra fría en esta historia de insurgencia?

D. V.: Este libro recoge 30 partes de documentos desclasificados de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos que muestran la gran injerencia de este país y de Cuba. Eso es algo en lo que tendrá que profundizar la Comisión de la Verdad.

SEMANA.: ¿Al fin de cuentas sí hubo condiciones objetivas para ese alzamiento armado?

D. V.: Si, tan existen que la estructura del acuerdo de La Habana y la agenda de diálogo con el ELN contienen esos problemas objetivos: la tierra, el poder y la participación política. Ahora, las guerrillas entendieron que hay temas que no están discusión como la propiedad privada, la doctrina militar, pero hay otros que sí hacen parte de los contenidos de una negociación.

SEMANA.: ¿Esta paz si es sostenible o se podrá reabrir el ciclo?

D. V.: La gran diferencia hoy es el papel de la comunidad internacional. Hay muchos ojos puestos sobre Colombia, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU. Eso le da protección a los acuerdos. El resto depende la gente, de la sociedad civil.  Hay que defender lo que se acordó y lo que se está acordando.