Home

Cultura

Artículo

DE BROADWAY A BOGOTA

DESDE NEW YORK LLEGA A COLOMBIA EL FANTASMA DE LA OPERA, EL MUSICAL NEOYORQUINO QUE PROMETE SER UNO DE LOS EVENTOS DEL AÑO

27 de mayo de 1996

Cien millones de dólares en efectos especiales, la participación de reconocidas estrellas de la lírica, una adaptación contemporánea y osada y el respaldo de un director de prestigio internacional son las garantías con las cuales las agencias musicales Joyce Agency y Show Times han prometido a los bogotanos un evento que, según ellos, difícilmente se volverá a repetir.Se trata de El fantasma de la ópera, la archipopular obra del francés Gaston Leroux, que ha sido adaptada por John Kenley, Robert Thomas e Ivan Jacobs Noll, bajo la dirección de Bob Durkin, para componer la versión estadounidense de un espectáculo que viene recorriendo Suramérica y se presentará en Bogotá, en el teatro Jorge Eliécer Gaitán, a partir de esta semana. Veintitrés actores en escena, coreografías que van desde el ballet clásico hasta manifestaciones de danza contemporánea, 16 músicos en la orquesta y la participación de intérpretes con reconocida trayectoria tanto en los musicales de Broadway como en la ópera tradicional enmarcan una presentación que ha causado enorme expectativa en la capital.Los protagonistas, James Coelho y Sara Mc Graw, han participado con éxito en Europa y Estados Unidos en piezas líricas y musicales, con el prestigio de haber alternado con celebridades como Plácido Domingo. Coelho es especialista en ópera, mientras Mc Graw ha sido aclamada por sus participaciones en musicales como West Side Story, My Fair Lady y Evita. El autor del libreto y la partitura, Ivan Jacobs, posee un récord tan versátil que lo ha llevado a componer desde sonatas hasta piezas de rock and roll.Tal vez esta mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo, resuelta en esta versión de El fantasma de la ópera, sea la que determine el éxito de una obra que, además de su calidad musical, promete colmar de asombro a los espectadores cuando caiga la lámpara de la Opera de París, quizás una de las escenas más famosas de la historia lírica.