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DE MUJER A MUJER

El tema de la mujer, presente en dos recientes estrenos.

21 de agosto de 1989


"Identificación de una mujer"
Dirigida y coescrita por Michel-angelo Antonioni. Con Tomás Milián y Daniela Silverio.
Hubo una época durante la cual Antonioni era el realizador favorito de toda una generación asustada por su forma de analizar el amor, la muerte, la infidelidad, la soledad y, sobre todo, la incomunicación entre hombres y mujeres. Sus películas ("Blow up", "El desierto rojo", "Zabriskie Point", "La aventura", " La noche", " Las amigas", "El pasajero", entre otros títulos ya míticos) eran miradas, repasadas y analizadas hasta el amanecer. Todos los cineastas latinoamericanos y europeos soñaban con hacer una película, algún día, que tuviera ese plano largo, inacabable de Jeanne Moureau caminando entre las sombras, mientras entiende que Mastroianni ya no la quiere más y se siente herida y lo único que puede hacer es gritar. Como lo hace Mónica Vitti en la playa. Siete años después ha llegado "Identificación de una mujer", exhibida en el Festival de Cine de Bogotá y luego en las salas comerciales. Con la fotografía de Carlo Di Palma, Antonioni construye este laberinto de emociones y desencuentros mientras un hombre, también un director de cine, intenta identificar a la mujer de sus sueños, la mujer de la película ideal, la mujer que lo haga sentir más vivo. Quien haya seguido la filmografía de Antonioni comprende enseguida que esta ha sido una de sus mayores obsesiones: identificar el amor, colocarle una etiqueta a la mujer, marcar bien el territorio dentro del cual caben la soledad y las caricias, en tanto que hombres y mujeres comprenden, dolorosamente, que no necesitan del
otro, que la pasan bien mientras permanecen solos. Película nada cómoda para quienes prefieren emociones físicas más fuertes, estremece por la sinceridad salvaje con que enfrenta un tema tan gastado y al mismo tiempo renovador .

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"La Amiga"
Dirigida por Jeanine Merapfel.
Con Liv Ullman, Cipe Lincovsky y Federico Llupi.

Había una vez dos amigas, compañeras de colegio desde la infancia, cómplices en los atardeceres de películas románticas y miradas furtivas a los muchachos. Fueron inseparables, hasta cuando el destino las alejó durante varios años. La una se casó con un hombre común y corriente, tuvo dos hijos y siguió en los periódicos la carrera de actriz de teatro de la otra hasta el momento en que los militares argentinos acabaron con los sueños de todos e implantaron la muerte, el horror y la verguenza. Entonces el hijo de la primera (Liv Ullman, pésimamente doblada al castellano) es secuestrado por los militares y la madre, que nunca se había sentido tocada por la violencia y el miedo, entiende que todo está demasiado cercano y le pide ayuda a la otra, Cipe Lincovsky. Ambas actrices compartieron el premio de interpretación en San Sebastián y la película compitió, en diciembre, en La Habana.

"La amiga" es la típica película realizada por europeos sobre temas latinoamericanos. Quiere seguir la huella dejada por Missing, de Costa-Gavras y "La historia oficial", de Luis Puenzo. Busca contemplar todo el horror y toda la desgracia que los militares argentinos proporcionan, a través de la historia cotidiana de dos mujeres, sus hombres y sus allegados. Pero jamás entra en el corazón del drama, permanece en el exterior, con mucha curiosidad, curiosidad morbosa. Está llena de lugares comunes y dos estupendas actrices como estas, colmadas de gestos y amaneramientos inútiles. Saben que no sienten lo que interpretan ni creen en sus personajes, y por eso el espectador jamás se sentirá conmovido con esas escenas de la Plaza de Mayo o el deterioro visible de esa madre quien, un día, varios años después del secuestro, se sorprenderá a si misma buscando, entre los rostros de los muchachos desconocidos, el de su hijo que desapareció un día. La realizadora es argentina y lleva muchos años viviendo en Europa, especialmente en Suecia, donde consiguió parte de la financiación: esto se siente en el desarrollo de la historia, la lejanía ante un drama que otros directores, sin recursos ni estrellas internacionales, han podido captar mejor.--