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DE PIEDRA Y DE ARENA

La experimentación con los materiales es la clave en la obra de Uribe Holguín

7 de marzo de 1988

Hasta hace poco tiempo, todo parecía indicar que el arte abstracto se había quedado en algunas de las figuras que surgieron del boom de los años 60. Artistas como Negret y Ramirez Villamizar se convirtieron en los mayores exponentes de esta corriente en Colombia, mientras que las figuras jóvenes con el arte figurativo, constituyeron la constante en la mayoría de exposiciones últimamente.

Por estos días parece haber surgido la excepción a la regla. Durante todo el mes de febrero y hasta finales de marzo, la Galería Quintana presenta una exposición del joven pintor Santiago Uribe-Holguín, que abarca dos años de trabajo. Luego de iniciarse en el arte figurativo con trabajos realizados en óleo sobre tela, Uribe-Holguín entró en el campo de lo abstracto utilizando materiales acrilicos. De ahí en adelante, su labor se ha convertido en una constante búsqueda para encontrar la técnica más apropiada para expresarse.

La parte más importante de este proceso fue la experimentación con nuevos materiales. Al comienzo probó con yeso y caolín, sin resultados alagadores hasta que, hace 6 años, encontró en la mezcla de piedra pomes y arena el elemento que estaba buscando. En este punto el pintor reconoce la influencia que en él ha ejercido la obra del español Antonio Tapies, uno de los más grandes exponentes de la pintura española de la segunda mitad del siglo XX. Junto con estos elementos, Uribe-Holguín utiliza emulsiones acrílicas y pigmentos minerales que le dan a su obra una sin igual sensación de profundidad.

Son 16 obras en las que los materiales y los diseños geométricos y arquitectónicos son el resultado de una necesidad creativa, constructora.
"Cuando el hombre necesitó moverse mejor, inventó la rueda y no copeó las patas de los caballos", afirmó el pintor para expresar su intención de ir más allá de la realidad. Es una actividad creadora en la que "los cuadros salen de la casualidad, no de la realidad". Para Uribe-Holguín sus obras no son el resultado de una planeación anterior. La materia sugiere lo que se va haciendo porque "cuando se planea un cuadro, o no sale o sale una obra fría, poco expresiva".

Como ocurre con la mayoría de los artistas, Santiago Uribe-Holguín habla poco sobre su obra. Una vez que termina un cuadro, éste toma vida propia y es el que "tiene la última palabra". Es un pintor que se encuentra en pleno proceso de maduración. Un prdceso que, a sus 31 años, aún no ha terminado, y que seguramente lo llevará a experimentar mucho más, no sólo en el campo de la técnica-que es en el que más innovaciones ha logrado-sino en el de la temática que trata. --