DESDE EL JARDIN

Que la ópera salga de su escenario tradicional es una especie de obsesión de la segunda mitad del siglo XX. El experimento arrancó a principios de siglo cuando Braccale, un imaginativo empresario italiano, hizo Aida en las pirámides. En las últimas décadas se sigue haciendo la Aida en Egipto; además se ha visto Nabucco, de Verdi, en las ruinas de Jerusalén, Carmen, de Bizet, en la plaza de toros de La Maestranza de Sevilla y en las próximas semanas uno de los más ambiciosos proyectos de la historia: Turandot de Puccini, en la Ciudad Prohibida de Pekín. De hecho en Bogotá y Cali, se ha analizado seriamente la posibilidad de hacer ópera en las plazas de toros.
El tema genera enconadas polémicas. Si la mayoría acepta que la iniciativa abre las puertas de la lírica a una fracción de la población que en otras condiciones ni siquiera pensaría en ir al teatro, otros consideran que la esencia misma de la ópera, que es la música, se tergiversa por la necesidad de recurrir a medios electrónicos para la amplificación del sonido.
Cualquier espacio puede hoy en día ser escenario para hacer ópera. En Bogotá esta semana es el Parque de la 93. La Alcaldía Mayor es la organizadora de 'Opera al parque', que cuenta con la participación de la Sinfónica de Colombia, la Filarmónica de Bogotá, la Banda Nacional y la Banda Santafé de Bogotá, respectivamente dirigidas por Alejandro Posada, Eduardo Carrizosa, Luis Fernando Pérez y Jesús Pérez Perazzo. Además de la participación de los coros Santafé de Bogotá, Opera de Colombia y Fundación Arte Lírico.
Catorce solistas colombianos de todas las cuerdas vocales saldrán a escena. Siete son voces experimentadas, algunas de ellas, como el caso del tenor Manuel Contreras, con una importante carrera internacional. Los otros siete prácticamente hacen su debut en el medio lírico.El repertorio consta de fragmentos populares del genero lírico italiano, trozos de zarzuela y musical americano. El programa _sábado 17 y domingo 18, entre 11:00 a.m. y 5:00 p.m._ abre y cierra con páginas verdianas: el sábado con la obertura de La Forza del destino, y el domingo con la Marcha triunfal de Aida, en versión original, es decir, con la música del ballet y la participación del coro.El éxito del evento estriba en la organización de un espectáculo al fin y al cabo multitudinario, en la calidad de la amplificación del sonido y en su esencia misma: la música.