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DIOS LOS CRIA

En un proyecto secreto, gringos y soviéticos unen fuerzas.

24 de julio de 1989

"Aguila de Acero 11" Dirigida por Sidney J. Furie Con Louis Gosset .Jr. Mark Humprey y Sharon Brandon.

Dicen que el director norteamericano Sidney J. Furie, a los 56 años de edad, es un resumen perfecto de lo que ha sido Hollywood durante todos estos años. Desde cuando vio un serial a los seis años, "Capitanes intrépidos", hasta su última realización, esta parábola sobre norteamericanos y soviéticos luchando contra terroristas en el Medio Oriente, Furie refleja muy bien los vaivenes y gustos del cine. En su filmografia uno se topa con películas de espionaje como The icpress file, que lanzó a la fama a Michael Caine; Lady sing the blues, la historia violenta y descarnada de la cantante negra Billie Holliday, interpretada por otra estrella, Diana Ross, quien fue nominada al Oscar por este trabajo; "Siempre hay un amanecer", un vaquero, con Marlon Brando; The naked runner, con un Frank Sinatra violento y sicópata, y dos películas sobre la guerra de Vietnam que siguen siendo muy controvertidas y tomadas como ejemplos del género bélico "Los muchachos de la compañia C" y "Corazones de púrpura", que ha sido un éxito escandaloso en videocasetes.

Toda esta filmografia para explicar un poco el interés de Furie en un tema como el que contiene su segunda película de "Aguila de acero". Obsesionado con los personajes conflictivos, tocado por los ambientes tensos y violentos y apoyado en un guión que escribió parcialmente, el veterano realizador--respaldado por todos los adelantos bélicos de israelíes y norteamericanos-reconstruye un episodio de la actual contienda en el Medio Oriente, que después se reconocería como verídico. El personaje principal es el bridagier general Charles Sinclair, interpretado por Louis Gosset, encargado de poner en marcha una de las propuestas estratégicas más insólitas, la cooperación entre fuerzas aéreas de Estados Unidos y la Unión Sovietica en un proyecto secreto. Demasiado secreto. Entre los pilotos soviéticos se encuentra una muchacha, la única mujer en esa base israelí en el desierto, y será ella quien sirva de catalizador a la atmósfera de tensión y violencia que se respira.
Esos son los temas que fascinan a un director como Furie, las tomas espectaculares, los equipos sofisticados de rodaje, la presencia de expertos en acrobacias y, sobre todo, la intención de anticiparse a la realidad, como le ocurrió con Icpress file, cuando los agentes de la guera fría eran apenas sombras en la pared.


"Azul profundo" Dirigida por Luc Besson Con Rossane Arquette
Un año atrás "Azul profundo" inauguró el festival de Cannes y todos quedaron sorprendidos no sólo por la excelente calidad de la película, que tiene fotografía y sonido cuidadosos, sofisticados, sino por la misma parábola que encierra, con la histofia real de ese personaje, Mayol, con un sistema respiratorio similar al de los delfines. Es capaz de bajar a profundidades espeluznantes sin que sus pulmones estallen. Contada como si fuera una crónica cotidiana, sin alardes narrativos ni trampas al espectador, sigue el rastro de este campeón de buceo de profundidad, quien sirvió de asesor en el rodaje.

Luc Besson, uno de los realizadores más curiosos que tienen los franceses, consiguió con un tema tan dificil como este, penetrar en la conciencia de un personaje solitario y aislado, para quien es más cómodo sumergirse y olvidarse del mundo seco y terrenal y quedarse interminablemente descubriendo nuevas maravillas en el fondo del mar. Desde las primeras escenas, en color sepia, con los niños que pasan la vida en medio de las rocas salvajes y presencian el accidente del padre que descendia ayudado por esa escafandra antidiluviana, el espectador siente que se halla ante una pelicula diferente. El tono se conservará.
El protagonista es el buceador. El espectador lo sigue hasta Perú, presencia los experimentos de miedo en esas aguas congeladas, mientras la muchacha norteamericana (Rossane Arquette, la misma de "Buscando desesperadamente a Susan") le sigue el rastro se le entrega e intenta retenerlo sólo por un momento, pero entiende enseguida que nada ni nadie será capaz de ponerle la más pequeña atadura a un espiritu como el suyo.

Hay una secuencia increible en la pelicula, resuelta con toda la técnica y la imaginación necesarias: el protagonista está acostado, se siente mal, intuye que la vida fuera del mar no es nada y, poco a poco, del techo y en un ritual demencial, el mar comienza a inundar la habitación, comienza a llenarse de agua muy azul y el muchacho queda sumergido en lo que el espectador acepta como una de las premoniciones fatales que abundan en esta historia.

El tono de ternura, amor, deseo sutil, la liberación de todos los sentidos, las ganas de acabar con todo, la búsqueda de otros signos vitales, son algunos de los elementos de una pelicula que cae muy bien para las vacaciones, como la otra, la de los avioncitos soviéticos en cielo israelí.-