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DON QUIJOTE BAILA DE NUEVO

La presentación del ballet 'Don Quixote' en el Teatro Colón es un milagro, con nombre propio, <BR>de la vida cultural colombiana.

27 de diciembre de 1999

Si la decisión del Teatro La Candelaria de llevar a la escena El Quijote es una hazaña digna
del protagonista de la inmortal novela de Cervantes, la de la Fundación Anna Pavlova no se queda atrás:
programar en la exigua escena balletística bogotana el clásico de clásicos del ballet ruso imperial sobre
tema español: Don Quixote; la coreografía de Marius Petipa, el coreógrafo favorito de los zares, autor del
Lago de los Cisnes.
La pasada semana se llevó a cabo el estreno, en la revisión coreográfica de Ana Consuelo Gómez,
inaugurando la serie Ballet al Parque (junto con la actuación de la Compañía de Priscilla Welton). Para
sorpresa de la afición, un espectáculo aparentemente tan distante del gusto popular congregó una multitud
enorme durante dos noches en el Parque de la 93 _la del pasado viernes con permanente llovizna_ y
despertó un asombroso entusiasmo. Esto no debería sorprender, porque tras el espectáculo están los 30 años
de trabajo constante de Jaime Díaz y Ana Consuelo Gómez, aunados a la selección de buena parte de los
más talentosos bailarines clásicos jóvenes, y la participación de artistas de la Escuela Nacional de Ballet
La Habana.
Esta semana el espectáculo se presenta en el Teatro Colón, a partir del jueves 2 de diciembre y hasta el
domingo 7. En realidad se trata de un esfuerzo milagroso en un medio dancístico como el colombiano.
Porque la 'puesta' exige algo más de 80 bailarines en escena, a lo largo de tres actos, el segundo de ellos,
siguiendo la tradición romántica de los actos 'blancos' es el 'sueño' de Quixote con la ilusión de los molinos de
viento.
A pesar de su título, y de la aparición de Quijote y Sancho, el ballet relata apenas un capítulo de la novela: el
difícil romance entre Quiteria y Basilio, los auténticos protagonistas del espectáculo. La novedad es la
presencia como Basilio, de Jaime Díaz el joven bailarín colombiano declarado 'revelación' de la Competencia
Internacional de Sao Paulo en Brasil, y finalista del Concurso de París el año pasado, al lado de la cubana
Adiaris Almeida, medalla de Oro del Concurso de La Habana 1999. El rol de Basilio se alterna con el
cubano Daniel Sarabia, también oro de La Habana.
Los roles de Mercedes y Espada, están a cargo de la colombiana Carolina Ramírez y del cubano Alexander
Santana, en tanto que Cupidos y Dríadas del acto blanco se han encargado a las colombianas María Angélica
Rodríguez, Martha Pérez y Mónica Huertas.
La presentación integral de este Quixote en Bogotá, que en buena hora cuenta con los auspicios del
Ministerio de Cultura, el Instituto Distrital de Cultura, el Teatro Colón y la Escuela Nacional de Ballet de La
Habana, es milagrosa en un país donde las instituciones musicales andan permanentemente en forzosa
pugna por el triste título de cenicienta cultural del país. El ballet no tiene ese problema por estar siempre
'fuera de concurso'. Para la muestra la pavorosa desaparición de Incolballet en Cali.


Novedades
The incomparable Alfredo Krauss
Orchestra & Chorus of the Welsh National Opera
Carlo Rizzi, director Philips
Por su reciente desaparición, este disco naturalmente adquiere particular interés, pues la grabación se realizó
en 1995 en Gales, cuando Krauss tenía 68 años. Es, pues, la incontrovertible prueba de su asombrosa
longevidad vocal, y de paso, una exquisita selección de su increíblemente reducido repertorio de tenor lírico.
Aquí muy centrado en la ópera francesa romántica. Claro, la máxima prueba la da en su versión vibrante de Ah
mes amis, de La Fille du régiment de Donizetti con sus temibles nueve do de pecho. Lo novedoso es la
versión francesa del aria de Fernando, Ange su pur de La favorite. La sorpresa es su incursión en Strauss,
claro, en Di rigori armato del Rosenkavalier. Hay que observar que nada forma parte del trillado repertorio
tenoril de combate, porque proviene de óperas como Lakmé de Delibes, Il crociato in Egitto de Meyerbeer, Le
roi d'Ys de Lalo, Don Sebastiano y Lucrezia Borgia de Donizetti, y una ópera 'krausiana' por excelencia: Les
contes d'Hoffmann de Offenbach. Por fortuna, el asunto no se queda en la vana anécdota de arias dificilísimas
en voz de un tenor de 68 años. Pues como siempre Krauss da una magnífica lección de canto.

Todo Piazzolla
Sony
De acuerdo: exagerado el título de este álbum doble de Sony. Porque Piazzolla es mucho más que la hora 46
minutos que recogen estos dos compactos, y de paso perdón por el lugar común. Sin embargo, hay que
reconocer y destacar que se trata de una antología francamente excepcional, por el buen juicio en la selección
(que con fortuna se instala en un mundo a mitad de camino entre lo clásico y lo popular), y por la autoridad de
los intérpretes, a la cabeza de ellos el propio compositor, en grabaciones históricas al frente de su
quinteto Nuevo Tango y del Nuevo Octeto, pasando por Leopoldo Federico & su Orquesta (vale la pena
detenerse a escuchar con atención Buenos Aires hora cero y la Milonga triste), hasta coronar con Amelita
Baltar, que deja la mejor rúbrica de su voz en la Balada para un loco y La bicicleta blanca.