EL AMANTE

Coincidiendo con la aparición de su nueva película, "Frantic", el director y actor Roman Polanski ha lanzado en la televisión europea una serie de entrevistas con las mujeres de su vida, es decir, las actrices, compañeras y amigas con quienes ha vivido o trabajado o simplemente compartido los mejores momentos.
"Las mujeres que amo", un proyecto que ya está convertido en libro con espléndidas fotografías de Helmut Newton y otros artistas, no sólo reproduce los diálogos de Polanski con estas bellezas sino también sus comentarios sobre cada una de ellas. Algunos de estos diálogos ya habían aparecido un año atrás en algunas revistas francesas.
Polanski sabe escribir y esto lo demostró con su autobiografía, "Polanski" en la cual se divirtió espantando a los lectores tímidos, con sus descripciones fuertemente eróticas, especialmente las relacionadas con una amiga que queda enyesada de brazos y piernas en un hospital suizo.
Catherine Deneuve, Isabelle Adjani, Nastassia Kinski, Mia Farrow y Charlotte Lewis son las mujeres que Polanski señala en esta primera entrega de sus recuerdos románticos. Después vendrán las otras. Curiosamente en ese primer grupo no figura ninguna norteamericana, ni siquiera su esposa Sharon Tate, asesinada por el clan del lunático Charles Manson en una masacre ocurrida en agosto de 1970 y de la cual, por pura suerte escapó el novelista Jerzy Kosinski autor del prólogo de estas memorias amorosas.
La Deneuve es definida así por el amante: "Catherine es angelical. Con su inocencia natural sabe entrar en la piel de los personajes que debe interpretar y mientras más perversos son, más inocente se muestra. Trabajar con ella es como bailar un tango, se deja conducir pero también le recuerda a quien la lleva que es una mujer muy completa. En el fondo, a Catherine le gusta que la conduzcan, que la quien, que le enseñen, especialmente en el terreno del amor".
De Isabelle Adjani, Polanski escribe: "Es la mujer en su estado más puro, más auténtico, más natural. Para ella no existen desafíos en la vida. Isabelle actúa y piensa como es, con generosidad siempre alegre y sensual, en el fondo de su corazón sabe ejercer la humildad que distingue a los grandes personajes".
Sobre Nastassia Kinski a quien prácticamente descubrió para el cine con la historia trágica y atormentada de "Tess", el director comenta:"Nastassia es el instinto primitivo, la naturaleza en su estado salvaje, sin maquillaje. Ella es turbulenta pero vulnerable, debajo de esa fogosidad se esconde una niña insegura que necesita una mano en la oscuridad. En comparación con otras mujeres europeas, ha sabido defender la pequeña que siempre la ha animado, sigue siendo una niña en el mejor sentido de la expresión. En cualquier lugar donde aparece, siempre es la más luminosa, recoge las miradas, las sensaciones, es una estrella que todo lo mejora".
Y sobre Mia Farrow, Polanski escribe: "Mia es la norteamericana, rigurosa y estricta en todas sus cosas, puntual, maniática con el trabajo, buena amiga, buena compañera, con un sentido curioso de las cosas. Es sólida en sus sentimientos, pero debajo de esa piedra que aparenta ser, debajo de ese rigor y esa dureza se esconde la fiebre que caracteriza todos sus actos".
Charlotte Lewis, para algunos críticos, era lo único interesante en la penúltima y frustrante película de Polanski, "Piratas", una superproducción alocada que en principio iba a ser filmada en Cartagena y Santa Marta, pero que a raiz de sus problemas con la justicia norteamericana por la presunta violación de una menor en la casa de Jack Nicholson y Anjelica Huston y su precipitada fuga a París, tuvo que ser cancelada. De la Lewis, el director dice: "Charlotte es la ingenua. Conmigo hizo su primera película. Hice de una modelo inglesa que tiene una belleza fría y cautivante, una aristócrata española asediada por los bandidos. Su encanto está en la ingenuidad con que hace y dice todo. El peligro con ella misma es que es muy voluptuosa, muy sensual y a veces por encima de sus mismos sentimientos".
"Las mujeres que amo" ya se conoce parcialmente en forma de entrevistas ilustradas con escenas de las películas donde participan estas mujeres tan hermosas y tan famosas. Tanto estos videos como el libro respiran un erotismo impresionante y las descripciones y comentarios hacen recordar al Polanski de antes, el de las historias donde el sexo y lo macabro se funden. De la Lewis, por ejemplo, dice que es "como la pulpa de un melocotón, hay que abrirla para saber todo lo hermosa que es y lo que es peor, ella lo sabe".