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Florentino Ariza (Javier Bardem) se reencuentra con el amor de su vida, Fermina Daza (Giovanna Mezzogiorno), cuando son un par de viejos.

cine

El amor en los tiempos del cólera

Estrellas sobreactuadas, secuencias inverosímiles y diálogos cursis nublan esta superproducción basada en la novela de García Márquez.

Ricardo Silva Romero
1 de diciembre de 2007

Título original: Love in the Time of Cholera.
Año de estreno: 2007.
Género: Drama.
Dirección: Mike Newell.
Guión: Ron Harwood basado en la novela de Gabriel García Márquez.
Actores: Giovanna Mezzogiorno, Benjamin Bratt, Liev Schreiber, John Leguízamo, Fernanda Montenegro, Catalina Sandino Moreno, Unax Ugalde.

Olvidèmonpos de la novela. No importa que sea esa gran novela de ese gran escritor. Ni que los productores nos vendan la película con el argumento de que está basada en la historia clásica de Gabriel García Márquez. Hagamos el intento de ver El amor en los tiempos del cólera como si no hubiéramos leído ni una página del libro. Y veamos, a la salida del teatro, qué nos queda. Yo vi una inverosímil historia de amor entre un tonto irredimible y una niña sin personalidad a la vista. Vi un drama cuyas reglas generales son las malas actuaciones, los giros inadmisibles y los diálogos que dan vergüenza ajena. Y vi una producción impecable, con algunas secuencias para destacar, que, sin embargo, fracasa a la hora de transportarnos a la poética Cartagena del siglo XIX: la ciudad hace lo mejor que puede, claro, pero la atmósfera tipo miniserie de la BBC, cargada de ridículos sombreros de copa, nos hace pensar que estamos ante una Sensatez y sentimientos para la comunidad latina.

El amor en los tiempos del cólera cuenta los 51 años, nueve meses y cuatro días que tarda Florentino Ariza en reconquistar el amor de Fermina Daza. Se enamora de ella a primera vista. La convence, a punta de cartas, de que también está enamorada. Y entonces, cuando ya los dos se han prometido fidelidad eterna, las cuestiones de siempre (un padre violento, un matrimonio estable) los separan una vida entera. La muerte del doctor Juvenal Urbino, el marido de ella durante cinco décadas, los reúne en la vejez. El cándido Florentino, que, a pesar de haber tenido 622 amantes, le ha sido fiel a su amada “de la cintura para arriba”, está convencido de que vinieron al mundo a estar juntos. La pragmática Fermina ha llegado a creer que su papá tenía razón: que el amor es sólo una ilusión. Pero todo lo anterior resulta tan artificioso, los secretos del corazón, el paso del tiempo y los designios del destino se ven tan falsos, que al final nos da lo mismo lo que hagan, al final nos da lo mismo lo que digan.

La culpa la tienen las insólitas sobreactuaciones de Javier Bardem, John Leguízamo y Unax Ugalde; un segundo acto que se estanca, a punta de inverosimilitudes, en el intento de contar las vidas paralelas de los protagonistas; y unos diálogos sentenciosos que se suponen románticos pero que (como están en absolutamente todas las escenas) suenan terriblemente pomposos. Ya sé que la gente que piensa que “Colombia es pasión” la defenderá con el argumento de que sus paisajes mejoran la imagen del país. Y puedo oír en mi cabeza las cosas positivas que pasan por la pantalla: “la actriz Fernanda Montenegro lo hace bien”, “tiene escenas bonitas”, “la fotografía es notable”. Pero pienso que El amor en los tiempos del cólera es una película floja. Y que lo mejor es olvidarla ya, de una vez, para volver en paz a esa novela estremecedora que logra enaltecer el triste paso de la vida.