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Durante tres meses los actores ensayaron ocho horas diarias para prepararse para el exigente espectáculo. Tuvieron que aprender acrobacia, baile y canto, y los más difícil era moverse entre los pesados disfraces. Pero el esfuerzo –dicen– solo hace que se sientan más orgullosos del resultado. | Foto: Andrés Chamorro - Entertainment

ESCENA

El anillo de Dorothy

Por la calidad de la puesta en escena, el realismo de los disfraces y la complejidad del espectáculo, ‘Dorothy y el anillo de la imaginación’ es ya un referente de los musicales en Colombia.

19 de julio de 2014

La mejor prueba de que un espectáculo es bueno es que el público se lo repita una, dos y hasta tres veces. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo con Dorothy y el anillo de la imaginación. “Yo suelo pararme a la salida del teatro para despedir a las personas” –dice Pedro Cano, su escritor y director, con un marcado acento español-. “Varias veces me he encontrado con gente que ya había venido al ‘show’. No hay mejor cumplido.” El público sale del teatro emocionado por la fuerza y el color de la puesta en escena, y tarareando alguna de las canciones de rock o de pop que escuchó. En esta producción nada parece imposible, los personajes vuelan, se desaparecen repentinamente del escenario, cantan y bailan con disfraces que pueden pesar hasta 12 kilos. Y a todo esto la música en vivo le agrega un toque especial.

Estas son las razones por las que la producción atrae a un público de todas las edades y es sin duda una de las más completas y costosas que se han hecho en Colombia. Su puesta en escena no fue fácil. “Encontrar financiación fue complicado” –explica Mario Murillas, el productor técnico de Andrés Chamorro Entertainment, la productora que creó el musical en alianza con Caracol–. Los colombianos no suelen confiar en las producciones nacionales y prefieren invertir en proyectos extranjeros.” Una mentalidad que debe cambiar y Dorothy puede ser el comienzo para que así sea.

El musical narra la historia de dos niñas que mientras leen un libro se transportan al mundo de los cuentos. Allí se enteran de que el anillo de la imaginación ha sido robado y todo está patas arriba. Algunos de los personajes han desaparecido y a otros les ocurren cosas extrañas que no corresponden con sus conocidas historias. En términos coloquiales, es como si Caperucita Roja no fuera a visitar a su abuela sino a su tía y como si Peter Pan no conociera el Nunca Jamás. Por supuesto, todos los personajes de Dorothy son inventados pero guardan vestigios de los grandes clásicos y no es difícil reconocer que algo anda mal con las historias. Decidida a poner orden en los mundos de fantasía, Dorothy crea la compañía del anillo y con ellos comienza a buscar al ladrón.

Además de las impactantes luces y de un escenario que va cambiando, subiendo y bajando, a lo largo de todo el espectáculo, el musical viene con un mensaje que vale la pena recordar: la lectura despierta la imaginación y amplía el pensamiento. Por eso los padres deben leerles a sus hijos todas las noches y ayudarles a adquirir la lectura como hábito. “Leer nos abre la mente, nos alimenta el alma y nutre nuestro espíritu,” dice Cano. Por eso en cada función Dorothy le pregunta al público, “¿cuándo fue la última vez que le leyeron un cuento a sus hijos?”

Con el musical, Pedro Cano y Andrés Chamorro Entertainment buscan tres cosas: entretener al público, resaltar lo enriquecedora que es la lectura y mostrar a los colombianos que el país tiene el talento y la tecnología para crear espectáculos de altísima calidad. A este le seguirán otros. El próximo será La vuelta al mundo en 80 días para la cual ya comenzaron las audiciones.

Dorothy, protagonizada por Adriana Bottina, Camilo Cifuentes y Karol Márquez, entre otros, estará hasta el próximo 27 de julio en el Teatro Colsubsidio. Sus realizadores calculan que en las dos primeras semanas de estreno ha convocado a unos 100.000 espectadores.


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