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EL CALLEJON DE LOS MILAGROS

LA PREMIADA ADAPTACION CINEMATOGRAFICA DE LA OBRA LITERARIA DEL NOBEL EGIPCIO NAGUIB MAHFUZ

13 de enero de 1997

Director: Jorge Fons Protagonistas: Salma Hayek, Bruno Bichir, Ernesto Gómez Cruz, María Rojo, Delia Casanova, Juan Manuel Bernal, Daniel Gimenez Cacho Que las angustias y las esperanzas de los hombres son iguales en todos los rincones del planeta lo confirma la adaptación cinematográfica mexicana de la obra del escritor egipcio Naguib Mahfuz, El callejón de los milagros. El Cairo de los años 40 descrito en la novela es transportado al México contemporáneo de la película, sin que el relato pierda su esencia. La cinta, dirigida por Jorge Fons y producida por Alfredo Ripstein, es la historia de los habitantes de una callejuela humilde de Ciudad de México. Del centro de una mesa de juego, alrededor de la que se reúnen en la taberna vecina los machos del lugar a jugar dominó, surgen cuatro historias simultáneas que el director ha decidido contar una por una a partir de la misma escena. Las tres primeras fracciones de película llevan el nombre de su protagonista: Rutilio, Alma y Susanita, mientras la última sirve de desenlace a la historia general, que habla de la cotidianidad urbana y de las esperanzas de estos personajes por ganarse un lugar en la existencia. La ambientación, la fotografía y la temática de El callejón de los milagros hacen recordar a Arturo Ripstein, quizás el mejor director mexicano del momento y quien ya llevó a la pantalla gigante una novela de Mahfuz: Principio y fin. Como en las películas de Ripstein, Fons enfrenta los anhelos de sus personajes con una realidad social que sólo ofrece la oportunidad del sueño. La hermosa y joven Alma sueña con un patrimonio próspero pero termina convertida en prostituta. La solterona y avara Susanita sueña con casarse, le apuesta a la aparición de un marido derrochando su dinero en la lectura del tarot, pero cae en los brazos de un ladronzuelo vividor. El juicioso y romántico Abel sueña con hacer dinero en Estados Unidos para merecer el corazón de Alma, pero su regreso es una tragedia. Cada personaje tiene su sueño en el pulmón de vida de una vecindad que refleja, como tantas otras películas, el drama latinoamericano, con elementos que, aunque repetitivos, se erigen en la mayor virtud de la película. Ingeniosa y simpática, El callejón de los milagros peca, sin embargo, por sus bruscos cambios de ritmo, por la lentitud y la fatiga de algunos de sus pasajes. Pero peca sobre todo por sus narraciones inconclusas y fuera de lugar, como la historia de Rutilio, el dueño de la cantina, serio y maduro padre de familia a quien de pronto le da por perseguir jovenzuelos. Sus verdes deslices acaban en un sonado escándalo que, no obstante, Fons abandona en el aire, sin mayor preocupación. El cine mexicano no abandona sus raíces y con este retrato urbano Jorge Fons ha demostrado que él no es la excepción. n