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EL CORAZON ES UN GITANO

Con "Montenegro", el cine yugoslavo vuelve a demostrar su calidad y erotismo.

6 de abril de 1987

La protagonista de la película yugoslava "Montenegro", dirigida por Dusan Makavejev, es una mujer rubia, de edad mediana, llamada Marilyn y casada feliz y ricamente con un empresario sueco quien se la pasa viajando al otro lado del mundo. Viven en las afueras de Estocolmo y lo tienen todo: hasta un abuelo alucinado que se cree Búfalo Bill y a los 84 años sigue buscando una esposa que cocine y baile bien.
Makavejev, un excelente director que es poco conocido en Latinoamérica por películas mordaces como "El chico de la Coca-Cola" y "Los misterios del organismo", en las cuales apela a sus elementos favoritos, el erotismo y la burla contra los sentimientos normales, en esta ocasión arma la fábula de esa mujer tan feliz que un día, por simple azar despierta a la realidad de este mundo, descubre que existen la pobreza, la suciedad, el dolor, las lágrimas y los celos y descubre también que en una ciudad tan próspera y perfecta como Estocolmo pueden vivir inmigrantes gitanos en cuartos sin ventilar y rodeados de cerdos y gallinas y patos, y de ese golpe ya no podra recuperarse.
Quizás sólo en las películas de Bergman o Altman se pueda encontrar un tratamiento tan feroz sobre la conducta humana, sobre las transformaciones síquicas y físicas que alguien sufre cuando es sometido, como Marilyn, a este tratamiento que es un choque, un golpe, una herida que ya no cicatrizará, y mientras el marido celebra el Año Nuevo en una pequeña fiesta perversa con un siquiatra y su amante, ella, la esposa liberada se lanzará a bailar y cantar y servir en las mesas de ese bar mugriento mientras los ojos del gitano la recorren ansiosamente.
Como en todo sacrificio, la sangre lavará las culpas y los remordimientos. Sangre de inocentes que es vertida para que, como si fuera todo un ritual, nazca la otra Marilyn, la que estaba apresada bajo su piel, la que nunca había podido aflorar, la que necesitaba sexo en el más salvaje de los sentidos para poder reír de verdad. Las feministas estarán felices con este personaje, con su odisea en medio de las tripas.
Con la llegada de "Montenegro" a la cartelera, sigue en vigencia esa especie de tendencia de un nuevo cine, distinto al puramente comercial de los Estados Unidos. Y, de nuevo, en menos de seis meses, los colombianos tienen la oportunidad de ver una cinta que viene de la lejana Yugoslavia, de donde también arribó esa emocionante "Cuando papá salió de viaje", que fue uno de los mejores banquetes cinematográficos del año pasado.