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En 2012 la película recibió siete premios de la academia de cine israelí y el mismo año la protagonista, Hadas Sharon, fue elegida mejor actriz en el Festival de Cine de Venecia.

CINE

El corazón guarda sus secretos

Cinta israelí que explora lentamente el mundo emocional de una muchacha que hace parte de la comunidad haredim, de judíos ortodoxos, en Tel Aviv. ***½

Manuel Kalmanovitz G.
31 de mayo de 2014

Título original: Lemale et ha’halal

País: Israel
Año: 2012
Director: Rama Burshtein
Guion: Rama Burshtein
Actores: Hadas Yaron, Yiftach Klein, Irit Sheleg

Es posible que para la esfera humana la libertad absoluta sea deseable. Pero las restricciones —al menos para crear situaciones dramáticas— resultan mucho más interesantes. Esta es una de las ideas que quedan tras ver esta película israelí de Rama Burshtein que muestra con sensibilidad y cuidado el universo social y emocional de los haredim, la comunidad ultra-ortodoxa judía en Tel Aviv.

En un contexto donde hablar libremente es imposible, cualquier palabra medio susurrada, cualquier sonrisa que sube a los ojos, cobra otras dimensiones, se llena de resonancias y de significados.

El tono de la película no es de comedia ni de tragedia y ese, posiblemente, sea uno de sus logros: hacer un retrato balanceado de este mundo peculiar y exótico. Estamos a kilómetros del retrato de una mujer que lucha contra una sociedad opresora y que, improbablemente, logra vencerla apoyada por los violines y tambores de la banda sonora, sino con una situación matizada y agridulce que ninguna banda sonora puede solucionar.

La protagonista es Shira (Hadas Yaron), una muchacha de 18 años a quien vemos en la primera escena yendo a un supermercado para ver a su posible futuro marido (que, para más romance, está esperándola frente a la nevera de los lácteos). Estamos, desde el comienzo, presenciando el choque dramático de dos épocas: de un lado está la timidez y el recato de los posibles emparejados que apenas si se miran de reojo y que apenas si hablarán incómodamente antes de casarse, y, del otro, el supermercado, la nevera de lácteos y la mamá de Shira que llama por celular para averiguar en cuál de los corredores se encuentra su posible yerno.

El corazón guarda sus secretos nos sumerge por completo en el mundo de Shira, con sus hombres de barbas épicas y sus mujeres con la cabeza cubierta. Es un universo envolvente que la película muestra como oscuro y atiborrado de cosas, donde las muchachas solo tienen una expectativa y un tema de conversación, los matrimonios, y donde los hombres cantan con entusiasmo mientras las mujeres los miran desde el fondo (los haredim no pueden oír mujeres cantar por considerarlo una forma de desnudez). Shira, en vez de cantar, toca el acordeón y logra expresar, con ese instrumento medio asmático, su turbulencia interior.

El retrato que emerge de este ambiente en la película es al mismo tiempo amoroso y arrollador, una especie de vientre materno calientito y sofocante.

El drama está en que la hermana mayor de Shira muere dando a luz y su madre, para no perder su nieto, trata de arreglar un matrimonio entre la hija que le queda con Yochtai, el viudo. A partir de ahí, la película examina la forma en que Shira intenta equilibrar lo que quiere y lo que se espera de ella.

En manos menos sutiles, esto podría haber sido una condena de un modo de vida extraño y desfasado del presente. Pero la claridad emocional de Burshtein nos permite ver y entender que ese mundo cerrado está cargado de frustraciones, sí, pero también de recompensas.

CARTELERA

**** Excelente   ***1/2 Muy buena   ***Buena   **1/2 Aceptable   **Regular  *Mala   

  • Godzilla ***
La nueva versión de las aventuras del monstruo japonés que destruye ciudades es ingeniosa y movida.
  • X-Men: días del futuro pasado ** ½
Los X-Men del futuro envían a Wolverine al pasado para evitar que se dé una guerra devastadora.
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Película deportiva que sigue al gerente de un equipo de fútbol americano el día del sorteo de talentos.
  • De tal padre tal hijo ****

Conmovedora película japonesa que reflexiona con inteligencia y sensibilidad sobre los lazos que unen a padres e hijos.