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EL 9 DE ABRIL EN PROVINCIA

Detalles inéditos de una revuelta que trascendió los límites de Bogotá.

2 de mayo de 1983

Los aniversarios del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán han servido para que testigos directos e indirectos ocupen las primeras planas de los periódicos, para que un fogoso dirigente político se denomine heredero del pensamiento de Gaitán y después de un encendido discurso se disponga a colocar una ofrenda floral. La conmemoración de este sábado 9 de abril, realizada en el Centro Cultural "Jorge Eliécer Gaitán", tendrá especial interés por el lanzamiento de cuatro libros que se apartan del esquema tradicional de inculpaciones y subjetivismos que ha primado en el análisis de la vida de Gaitán. David Moreno presenta una "Antología Comentada del Pensamiento Gaitanista"; el francés Jacques Aprile, "El Impacto Urbanístico del 9 de abril en el Centro de Bogotá"; Carlos Eduardo Jaramillo, "Conflictos Políticos y Sociales en Ibagué desde 1930 hasta el 9 de abril"; también se anunciará la publicación de una bibliografía que contiene todos los títulos que en desarrollo del tema gaitanista se han editado hasta la fecha.
El libro sobre el cual nos ocupamos es "Los Días de la Revolución" (Gaitanismo y 9 de abril en Provincia), del abogado e historiador Gonzalo Sánchez Gómez, actual Director del Departamento de Historia de la Universidad Nacional, quien es autor también de los "Bolcheviques del Líbano", y en coautoría con Donny Meether, del libro a publicarse a finales de abril, "Bandoleros, Gamonales y Campesinos: El caso de la Violencia en Colombia".
El origen de "Los Días de la Revolución" se remonta a unos artículos publicados en la desaparecida Revista Alternativa en su sección "Historia Prohibida", que llevaron por título "El Bogotazo fuera de Bogotá".
Las fuentes primarias fueron los procesos judiciales seguidos a los protagonistas de acciones el 9 de abril la prensa del período; documentos oficiales como las medidas gubernamentales tomadas; las sanciones a las emisoras; las medidas económicas posteriores para la reconstrucción de Bogotá. Sánchez Gómez dice que "el material judicial presentaba una gran ventaja, la de que nadie lo había analizado. Además, es casi siempre auténtico y se cuenta con todos los estamentos involucrados. Mi formación jurídica permitió que no se me engañara y me facilitó un tanto la labor por la familiaridad con las instancias y el mismo lenguaje jurídico".
Para el autor, "un examen detallado del desarrollo de los acontecimientos en diferentes regiones del país, permite ver con claridad la tesis enunciada, lo mismo que el contraste entre el carácter de los hechos en las grandes capitales y su expresión en las poblaciones medianas y pequeñas o en los caseríos y veredas. En centros urbanos como Cali, Medellín, Barranquilla el 9 de abril fue una explosión esencialmente anárquica, y es de muy corta duración. En cambio, en pueblos y caseríos --si se miran los eventos en su conjunto-- podemos afirmar que, si bien los apetitos de venganza, destrucción y saqueo no estaban ausentes de las motivaciones, la primera e instintiva reacción del pueblo fue, sin embargo, la de darse sus propias autoridades, elegir órganos de dirección político-militar y luego convocar a la formación de milicias populares y al generalizado aprovisionamiento de armas. Todo lo cual se realizó con inusitada rapidez y con impresionante regularidad a lo largo y ancho del país". Paradójicamente, la provincia se quedó esperando la dirección revolucionaria de Bogotá, que era justamente donde menos estaba constituida. La relación entre los hechos del 9 de abril y la guerrilla liberal de los años 50 se desarrolla en una de las conclusiones y ubica el gérmen de ésta en ese acontecimiento. Además, se puede ver muy fácilmente a través de los protagonistas. Rafael Rangel, que era el alcalde revolucionario de Bmeja el 9 de abril, va a ser el más importante jefe guerrillero de los años 50. Eliseo Velásquez, quien comandaba la resistencia en Pto. López, es el gran jefe guerrillero de los Llanos antes que Guadalupe Salcedo. Hermógenes Vargas fue dirigente del 9 de abril en Chaparral, convirtiéndose más tarde en el "General Vencedor"y actuando al lado de los legendarios generales "Peligro" y "Mariachi". En Yacopí jugó papel importante Saúl Fajardo, quien se convierte más adelante en el gran jefe guerrillero de la zona.
El marco geográfico en el que se desarrolló la investigación comprende la zona de Antioquia, la del Sumapaz y Tequendama, el Santander, Tolima, Valle del Cauca, el Viejo Caldas, regiones con las cuales se cubre el interior del país y que se caracterizaron por la gran movilización guerrillera de los años 50. Queda por fuera la zona de los Llanos, clave en la violencia, pero que en ese momento era una zona marginal.
Durante los años 60, la izquierda calificaba a Gaitán como "reformista" porque él, militarmente, no estaba organizando a su gente para la autodefensa. Gonzalo Sánchez afirma que en parte "él si lo estaba haciendo, pero pesaba el hecho de su excesiva confianza hacia la policía, la cual efectivamente no le falló y dio sus armas para el levantamiento y en muchas regiones se unió los alzados".--
Miryiam Bautista