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EL DELFIN

Heredero de 36 años pasa a controlar el periódico más importante del mundo: el New York Times.

21 de noviembre de 1988

Entre ese muchacho de pelo largo chaqueta de cuero y motocicleta veloz que posa ante el fotógrafo en el invierno de 1973, y este otro que tiene un gesto duro, el pelo más corto y corbata de ejecutivo, aparentemente nada hay en común. Pero es el mismo Arthur Ochs Sulzberger Jr., quien a los 36 años se ha convertido en el ejecutor, admirado y detestado, de la serie de cambios fundamentales que atraviesa el que se considera el periódico más influyente del mundo, el New York Times.
Las anécdotas y los chismes sobre cómo está ejerciendo su poder, aun antes de haberlo recibido del todo (es asistente de su padre, el presidente Arthur Sulzberger, quien a su vez es nieto del gran patriarca del periodismo norteamericano, Adolph Ochs), han servido para que el personal del periódico sepa cómo seguirán las cosas de ahora en adelante. Uno de sus primeros gestos para reducir los costos fue tomar una decisión que administraciones anteriores habían eludido o querido ignorar: recortar la oficina en Washington, uno de los símbolo románticos de los lazos del periódico con el poder federal.
Arthur Ochs Sulzberger Jr., una mezcla insólita de periodista y empresario, sabe que los ojos del mundo están sobre él. Debe demostrar que dos nociones aparentemente distantes, la información y la publicidad, pueden caminar de la mano y ya comenzó a hacerse sentir. Convenció a los más antiguos empleados de que la idea patriarcal de una empresa donde todos podían crecer, desarrollarse y morir está mandada a recoger. Ahora sólo valen la eficiencia y la productividad. También los convenció de que el periódico de cada mañana es un producto, como cualquier otro, que debe someterse a las leyes del mercadeo.
Su padre fue quien a partir de 1973, dividió el periódico en cuatro secciones con el fin de llegar directamente a lectores que solo se interesaban en ciertos temas. Eso convirtió al New York Times en un diario más ágil y ahora, a los 62 años y prácticamente retirado de sus labores, contempla los cambios que el hijo está introduciendo. Pero la transición se realiza con discreción porque hay intereses y lazos familiares que no pueden ser alterados.
Esta lucha por el poder no es nueva en el periódico y cuando Arthur Jr. comprendió que las fricciones eran lo menos aconsejable, especialmente cuando se estaba discutiendo un pliego laboral, prefirió seguir ejerciendo el poder detrás del trono. Pero, para que la sangre fresca comience a moverse por las distintas secciones, tres de sus primos, con edades similares a la suya, ya están ubicados.
Durante estos 90 años, desde cuando Adolph Ochs compró el periódico por 75 mil dólares, sólo se han presentado tres relevos generacionales y éste, que puede producirse durante la próxima primavera, es el más tenso de todos por las enormes diferencias temperamentales ente padre e hijo. Como telón de fondo están los 40 herederos de Adolph Ochs y una fortuna que sobrepasa los mil millones de dólares.