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EL DEMONIO VESTIDO DE AZUL

Una historia fría y desapasionada sobre los bajos mundos californianos de la posguerra.

19 de agosto de 1996

Director: Carl Franklin
Protagonistas: Denzel Washington, Tom Sizemore, Jennifer Beals, Don Cheadle, Maury Chaykin, Terry Kinney
Con ganas suficientes para participar de la próspera sociedad californiana de la posguerra, el veterano Easy Rawlins (Denzel Washington) está a punto de descubrir el sueño americano. Pero la pérdida repentina de su empleo, unida a la angustia de colgarse en las cuotas de su casa, le harán cambiar el rumbo de su vida. A medio camino entre el suspenso policíaco y el cine negro, El demonio vestido de azul narra el drama de un hombre que por unos cuantos dólares termina metido en los peligrosos bajos mundos de la floreciente ciudad de Los Angeles de finales de los 40. Mafia, corrupción política, asesinatos y extrañas desapariciones se mezclan alrededor de una mujer que esconde la clave para dilucidar la trama. En la mitad del embrollo se encuentra Easy, quien en su inocencia tendrá que untarse de la perversidad de sus perseguidores para salir vivo en un juego del que muy pocos salen victoriosos. El tinte negro de la cinta lo anuncia el director con la aparición de Albright, el temerario personaje que contrata a Easy para que encuentre a la mujer. Pero a partir de entonces el libreto empieza a patinar en una serie de enredos que no hacen sino alejar al espectador de la angustia de su héroe. Narrada en voz en off por el propio protagonista, la película carece de pasión, de tal manera que la violencia, el temor, el peligro e incluso el repentino humor de la cinta parecen sólo imposturas, demasiado frías y distantes como para convencer al público. En definitiva, es una historia contada sin encanto, de esas que el espectador olvida con facilidad pocas horas después de salir del teatro, pues todo está tan predispuesto a la sorpresa que ésta termina por perder toda su gracia.