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McGregor interpreta, en la película que Polanski editó en la cárcel, al encargado de redactar la autobiografía de un antiguo primer ministro inglés encarnado por Pierce Brosnan.

CINE

El escritor oculto

Roman Polanski prueba, cuando ya no tiene nada qué probar, cómo es un ‘thriller’ en manos de un maestro del cine.

Ricardo Silva Romero
21 de agosto de 2010

Título original: The Ghost Writer
Año de estreno: 2010
Género: Thriller
Guión: Robert Harris y Roman Polanski basado en la novela de Harris.
Dirección: Roman Polanski
Actores: Ewan McGregor, Pierce Brosnan, Kim Cattrall, Olivia Williams, Timothy Hutton, Tom Wilkinson, Eli Wallach, James Belushi, Robert Pugh. 

De vez en cuando alguien hace una buena película de Hitchcock. Woody Allen filmó una hace poco: Match Point. Martin Scorsese estrenó otra a comienzos de este año: La isla siniestra. Y el cineasta polaco Roman Polanski, que ya en 1988 había presentado la estupenda Búsqueda frenética, todo un homenaje al que suele llamarse ‘el Maestro del Suspenso’, ahora ha contribuido al género con un relato tenso, inteligente, doloroso, que solo habría podido dirigir un artista de su talento. Se titula El escritor oculto. Y cuenta, como tantas películas de Hitchcock, la historia de un “hombre equivocado”: un pobre tipo que se enfrenta, solo, a las arbitrariedades de una sociedad que es un monstruo entrenado para someternos a todos.

Por supuesto: cada vez que un maestro del cine se embarca en la tarea de hacer una película de Hitchcock trae abordo sus propias obsesiones. Match Point se parece a El inquilino (1927) o a La sombra de una duda (1943), pero su personaje descreído salvado por la suerte solo podría suceder en el universo sin Dios de Woody Allen. La isla siniestra va de Vértigo (1958) a Psicosis (1960) sin ninguna clase de pudores, pero su protagonista que recorre el vía crucis de la redención solo podría existir en el mundo religioso de Martin Scorsese. Y El escritor oculto tiene mucho de Intriga internacional (1959) y Cortina rasgada (1966), pero su héroe, un hombre en la sombra que vive de escribir autobiografías ajenas (los famosos lo buscan para que les redacte sus memorias), debe atravesar esa pesadilla que es la vida según Roman Polanski.

El protagonista de El escritor oculto ha sido contratado para reemplazar a un periodista que acaba de morir, en circunstancias sospechosas, en la redacción de la autobiografía de un antiguo primer ministro de Inglaterra llamado Andrew Lang. Y muy pronto, al día siguiente, se ha dado cuenta de que si hace bien su trabajo (si en verdad investiga la vida de este señor que recuerda tanto a Tony Blair) su vida correrá peligro: se ha dejado meter en un escalofriante callejón sin salida.

Y como los protagonistas de las mejores obras de Roman Polanski, como los personajes de Cuchillo en el agua (1962), El bebé de Rosemary (1968), Chinatown (1974), El inquilino (1976), Luna de hiel (1992), La muerte y la doncella (1994) o El pianista (2002), la única manera de escapar del horror será la humillación, el sometimiento, la pérdida de la propia identidad. Ese narrador de vidas ajenas, que ni siquiera tiene nombre, tendrá que entregar su dignidad a cambio de algo semejante a la vida. Su investigación, de final decepcionante, escrita, filmada y editada por Polanski con el pulso de los grandes narradores, le probará que todo está dado en el mundo para que caigamos en la red de los que mandan: que el mundo es una conspiración de aquellas, de paranoico, a la que tarde o temprano tendremos que enfrentarnos.