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El Mambo viajero ha ido rompiendo los paradigmas del arte moderno. | Foto: .

PROYECTO

El arte está saliendo

Pinturas y grabados de célebres artistas irrumpen en la cotidianidad de las personas en exposiciones que se toman las calles de pueblos y ciudades.

Cristina Esguerra
2 de mayo de 2014

Desde hace unos años los directores de museos y galerías alrededor del mundo encontraron creativas maneras de desafiar la creencia de que hay estilos de arte que sólo son para la inmensa minoría. Según el filósofo Jacques Rancière el arte que habita las calles y las plazas está unido a la sociedad y tiene la capacidad de influir en su cotidianidad. Basándose en esta premisa las directivas de los museos de arte más importantes del Reino Unido unieron fuerzas para realizar Art Everywhere, una gigantesca exposición de arte inglés que se tomó las calles de ciudades y pueblos. Durante dos semanas réplicas de las obras de los más célebres artistas nacionales ocuparon el lugar de las carteleras de propagandas en avenidas, centros comerciales, estaciones de metro y de bus. “El arte es para todas las personas y todo el que esté en contacto con él se verá beneficiado”, dijo el artista y coleccionista de arte Damien Hirst a The Guardian. 

El éxito del proyecto fue instantáneo. Las redes sociales se llenaron de comentarios sobre las 22.000 obras expuestas y por medio de una aplicación de celular los británicos comenzaron a buscar información sobre las que más les gustaban. Las personas entrevistadas por la calle estaban felices con los colores que ahora los rodeaban y en las aceras se veía a la gente parada contemplando un cuadro de Lucian Freud  o de J. A Whistler. Durante unos días las obras de arte modificaron la cotidianidad de los británicos y alteraron la manera como se relacionaban con su entorno; veían detalles en los que antes no se fijaban y se daban el gusto de parar en la calle a disfrutar de un hermoso paisaje. Esta celebración del arte por el arte mismo se repetirá este año en Gran Bretaña y en Estados Unidos. 

En vez de mostrar avisos de Coca-Cola, H&M y Levi’s, las pantallas de Times Square y las carteleras de las avenidas de las ciudades norteamericanas mostrarán obras de Jackson Pollock, Andy Warhol, Willem de Kooning y demás artistas nacionales. El arte colombino también se ha salido de los museos para acercarse a la gente. En 2010, año del Bicentenario, el Museo de Arte Moderno de Bogotá realizó una importante exposición de obras modernas y contemporáneas de artistas latinoamericanos. Para seducir al público las directivas pusieron réplicas de los cuadros expuestos en todas las estaciones de transmilenio de la capital. 

Y hace un año y medio el Mambo Viajero comenzó su recorrido en Duitama con una exposición de 58 réplicas de importantes obras de artistas nacionales. Teniendo en cuenta la geografía colombiana y la creciente dificultad de movilidad dentro de las ciudades, la muestra rodante recorre el país realizando talleres de arte y mostrándole a los colombianos lo que también es patrimonio de ellos. “La idea del Mambo Viajero surge pensando en el dicho de si Mahoma no va a la montaña la montaña va a Mahoma. Nuestro interés, al igual que el de los artistas, es transmitir en mensaje visual a mucha gente”, explica René Coronado director del proyecto. 

Con cuadros de Fernando Botero, Enrique Grau y Alejandro Obregón, entre otros, los expertos enseñan a los asistentes sobre los juegos de forma, profundidad y color de los artistas modernos y contemporáneos. “El recibimiento ha sido fabuloso –dice Coronado- y los talleres que en principio se pensaron para niños están conquistando también a los adultos. En Duitama, por ejemplo, nos sorprendió un abuelito que vendía flores en un parque y clavó su mirada en las obras abstractas de Carlos Rojas. Hablando con él en los talleres nos contó que asociaba las líneas y colores del artista con sus flores. Esa fue su experiencia de las obras. Sabemos que parte de los resultados de este trabajo son de largo plazo. Los pueblos y municipios que no tienen mucha oferta cultural están teniendo la experiencia del mejor arte contemporáneo del país. Ojalá de ahí salgan amantes del arte y hasta de pronto un gran artista.”

El Mambo viajero ha ido rompiendo los paradigmas del arte moderno y enseñándole a los colombianos que ellos también pueden entender su mensaje y gozar con las mezclas de colores, la ironía y la fuerza de las obras. Uno de los más grandes méritos del arte es su capacidad para hacer olvidar a hombres y mujeres las tareas y problemas que copan su  día a día, hacerlos sonreír y permitirles disfrutar el momento presente a plenitud.