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El Maná llega de México

El baterista de la banda, Álex González, explica cómo ha hecho Maná para seguir vigente 20 años después de su primer éxito.

5 de abril de 2008

Álex González es de familia paisa y cubana. El hecho de haber nacido en Miami y vivido en México le dio, sin pretenderlo, el bagaje necesario para formar parte de una banda que entonces tenía un éxito menor y que se llamaba Sombrero verde. A los 15 años contestó un aviso clasificado en un diario en el que buscaban un baterista con nueve años de experiencia. Como había comenzado a tocar batería a los 4 años, se presentó. Fher, el vocalista de Maná, terminó por elegirlo. Trabajaron en busca de un sonido propio y cuando estaban a punto de tirar la toalla, luego de cinco años de esfuerzos, el éxito real les llegó de golpe.

Desde el día en que se convirtieron en banda, el grupo lleva 22 años en la escena musical y ahora llega a Bogotá para un concierto con una boletería que se vende sin pausa. El 12 de abril, en el parque Simón Bolívar, Maná hará su único concierto en el país en una semana que verá además a Alberto Plaza, Bryan Adams, Miguel Bosé y el 'Cigala'.

Álex González no siente que hayan pasado lentas las dos décadas de su vida en Maná. Es más, lleva un año y dos meses de gira y se siente con más energía ahora porque conoce mejor el espectáculo, aunque algunos critiquen que ya han comenzado a repetirse. "La formación de la banda es de rock pop, pero va más allá de eso. No queremos que nos encarcelen en un estilo. Nuestro reto, aparte de crear un estilo, ha sido intentar incorporar fusiones. Si Maná hace una bachata con Juan Luis Guerra, le imprime su estilo, igual con el 'reggae' y la salsa. Quizá eso nos haga universales".

Como su lista de éxitos es larga, prepararon un concierto de largo aliento. "Serán más de dos horas, con efectos especiales, sonido de alta calidad e iluminación especial, tres pantallas gigantes para que la gente vea la banda desde cualquier punto, canciones conocidas y todo el disco Amar es combatir".

A González le sorprende que el grupo tenga una tercera generación de seguidores. "No somos una banda de moda sino de modo. No miramos tendencias musicales. Hacemos lo que nos gusta. En Chihuahua, México, la gente permaneció escuchándonos a pesar de que la temperatura estaba bajo cero y en Veracruz la gente soportó un aguacero de dos horas sin moverse. Maná sigue", dice.