El médico macabro

Jorge Camarasa
Mengele
Norma, 2010
188 páginas

El Holocausto nazi y sus protagonistas son un tema que no pasará de moda. Porque masacres, violencia a gran escala y exterminios de pueblos ha habido a lo largo de la historia, pero nunca de esa manera industrial y planificada. Nunca con tantos argumentos “racionales” y con tanta convicción. “No siento ninguna culpa”, le confesaría Josef Mengele a su hijo Rolf en un suburbio de São Paulo en 1977. Ni la vejez, ni la proximidad de la muerte, ni 30 años de persecuciones por parte de los cazadores de nazis habían hecho mella en este médico y antropólogo que creía “científicamente” en la superioridad de la raza aria y en la inferioridad de los judíos, los gitanos y los mestizos. Y que tuvo como “privilegiado” laboratorio de sus experimentos genéticos al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. “Si el horror tuviera un rostro, sería como el de un campo de concentración, y si tuviera un domicilio fijo viviría sólo en Auschwitz”.

Desde luego, hay cientos de libros, películas y hasta canciones sobre Josef Mengele, apodado ‘el Ángel de la Muerte’ por la paradójica coincidencia de su belleza física y de su tenebroso oficio. Era el encargado de recibir a los prisioneros y decidir a dónde debían ser enviados: cámara de gas, trabajos forzados o conejillos de indias de sus experimentos. Sí, existe abundante literatura sobre este controvertido personaje, como es apenas obvio. Entonces, hay que justificar el aporte de esta obra del escritor y periodista argentino Jorge Camarasa. Y no es difícil, abundan las razones. Destaco las más importantes: bien escrito y bien documentado. Empieza con un necesario recuento biográfico e histórico pero el gran aporte es un minucioso rastreo del periplo de Mengele en Argentina, Paraguay y Brasil y del entorno alemán y pronazi que lo acogió y lo protegió. Que incluye, por supuesto, su estada en Cándido Godoy, la población con el mayor índice de gemelos en el mundo. De gemelos, la obsesión de ‘el Ángel de la Muerte’, quien pretendía multiplicar y eternizar la raza aria.