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Virgen con el niño de Tino di Camaino, 1335

ARTE

El museo perdido desde la Segunda Guerra Mundial

Por primera vez después de 70 años, un museo de Berlín expone las obras de arte afectadas por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

4 de abril de 2015

Para conmemorar los 70 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, el Bode Museum de Berlín –antes llamado Kaiser-Friedrich-Museum– decidió hacer una exposición sobre el impacto de la guerra en el patrimonio cultural; un tema que cae como anillo al dedo a la situación que hoy se vive en Oriente Medio. La exhibición está compuesta por esculturas rotas o quemadas, cuadros dañados y fotos en blanco y negro de las obras maestras que simplemente se perdieron, entre ellas de Caravaggio, Rubens y Tintoretto. Esta es la primera vez que estas obras se muestran en público desde que la guerra les imprimió su huella.

Pocos meses antes de terminar el conflicto las tropas rusas llegaron a Berlín y prácticamente destruyeron la ciudad. Durante los bombardeos –cuenta la exposición- varios de los museos más importantes de la ciudad perdieron una considerable parte de su colección. Del Gemäldegalerie –especializado en arte del siglo XIII al XVIII– se extraviaron alrededor de 400 cuadros. Antes de la guerra, Berlín solía tener una de las colecciones de Van Dyck (1599–1641) más importantes del mundo pero cuando terminó se perdieron varios. El Skulpturensammlung –con una importante colección de cuadros y esculturas desde la antigüedad tardía hasta el siglo XIX– perdió casi un tercio de su colección, y del Bode Museum –con esculturas bizantinas, altares medievales y cuadros románticos e impresionistas– desaparecieron varias de las obras más importantes.

La exhibición invita al espectador a reflexionar sobre la ética de la restauración. ¿Es bueno restaurarlas, o será mejor que se las deje tal cual están para que hombres y mujeres nunca olviden los estragos de la guerra? A lo largo de la exposición, curadores, restauradores, historiadores, archivistas y artistas contestan esta pregunta. Y al leer las respuestas de cada uno el espectador puede sacar su propia conclusión.

Virgen con El niño de Tino di Camaino, 1335

Esta era la única obra de Tino di Camaino que tenía el Bode Museum. De la Virgen con el niño en brazos solo quedaron la cara de la mujer y los ojos del niño. Este fue un célebre escultor italiano del siglo XIV –pupilo de Giovanni Pisano– que trabajó en la fachada de la catedral de Siena y en la de Pisa.

Busto de Acellino Salvago de Antonio Tamagnini, 1500



La cara de mármol de Salvano solía ser expresiva. Los ojos del viejo estaban adornados con arrugas y la mirada era la de un hombre interesado en lo que estaba viendo. Pero el fuego de los bombardeos de la Segunda Guerra lo dejó completamente deformado. Tal fue el calor que tuvo que soportar este busto de mármol que parte de la cara comenzó a derretirse por capas.

La María con niño y ángel de Botticelli, 1485-1490



Esta obra aparece en el catálogo de una de las exhibiciones del Gemäldegalerie de 1910. El cuadro es descrito como una maravilla del Renacimiento y ejemplo perfecto de la armonía que buscaba alcanzar el arte de la época. La María tiene rasgos muy similares a la famosa Venus del artista.Hoy no queda sino una pequeña foto en blanco y negro.

Estatuas con escudos de Tullio Lombardo, 1493



Lombardo era un escultor conocido por su trabajo en los altares de iglesias y catedrales durante el Renacimiento. Estas dos esculturas –que hacían alarde de la belleza de la juventud– ahora se ven bastante afectadas por el fuego de los bombardeos. Durante la década de los sesenta los rusos las devolvieron a Berlín y durante años expertos trataron de arreglar el daño.

Escribiendo el evangelio con ángel de Caravaggio, 1602



Los apóstoles escribieron la Biblia inspirados por el Espíritu Santo. Esto es lo que muestra esta obra maestra de Caravaggio de la que no se tiene rastro alguno. Para que no desaparezca de la memoria de la humanidad, los curadores de la exposición Museo Perdido colgaron una foto en blanco y negro en la que se alcanzan a ver los increíbles detalles del cuadro.

Relieve de dos ángeles del siglo XII



Durante la guerra los berlineses guardaron las piezas de arte en búnkeres. En uno de los que fue bombardeado estaba este relieve de dos ángeles del siglo XII. La historia de esta figura es fantástica. Las partes quedaron repartidas, unas terminaron en la República Federal Alemana y las otras en la Democrática. Varios soldados debieron coger fragmentos y por cosas del azar alguien logró reunirlos.

Bunker de Friedrichshain



Así quedó uno de los búnkeres del barrio de Friedrichshain después de los bombardeos a Berlín. Muchas de las obras de arte quedaron destruidas y las que se salvaron fueron robadas como botín por los rusos y los norteamericanos. Hace unos años uno de estos devolvió un cuadro de una virgen con niño del pintor Giovanni Boltraffio. Dijo que lo había comprado en un mercado de pulgas de Berlín.

Luto de Cristo de Anthony van Dyck, 1627



Van Dyck es tal vez el más conocido alumno de Peter Paul Rubens, uno de los grandes maestros de la pintura flamenca. La desaparición de El Luto de Cristo es una gran pérdida no solo porque el cuadro era realmente monumental, sino porque se trataba de una conmovedora imagen de la muerte de Cristo. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Berlín tenía una de las colecciones de Van Dyck más importantes del mundo. Por los saqueos y los bombardeos varias obras se perdieron tal vez para siempre.