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EL MUSEO VIAL

¡Omar Rayo se ha ingeniado la forma de obligar al conductor a manejar... observando!

2 de mayo de 1983

La idea nació en Venezuela. El pintor Rafael Bogarín concibió la idea de un museo vial y la puso en práctica el año pasado en una recta de 120 kilómetros que une El Tigre, capital de la provincia de Anzoátegui, con Ciudad Bolívar. En ella exponen, durante los próximos diez años, 28 artistas de todo el mundo. Ahora en Colombia, entre Zarzal y Roldanillo, al noroccidente del Valle del Cauca, han sido ubicadas veinte vallas con el propósito de estimular la retina de los viajeros despertar la curiosidad y desafiar la inteligencia de todos los que pasan, para que conozcan y contemplen lo que les pertenece: el arte latinoamericano.
En el país la idea fue promovida por el Museo Rayo de Roldanillo, a través de su fundador, Omar Rayo, quien había participado en el proyecto venezolano. Según él "la experiencia en ciudad El Tigre en la que participé como Bogarin participa en ésta, me dio una nueva perspectiva sobre los espacios del museo y ha renovado la visión de mi propia obra. Estamos rompiendo barreras y acabando con pre-conceptos sobre los límites de la expresión plástica y lo estamos haciendo a base de la cooperación y la comprensión. Un intercambio como el del museo Rayo y el Museo Bogarín,... es para mí la esencia de la creatividad... Sería maravilloso ver por toda América Latina siembras de obras como árboles".
La experiencia venezolana fue asimilada de manera tal que muchos de los inconvenientes que se presentaron en ese entonces, fueron superados. En Venezuela hubo muchos problemas con la pintura. Se secaba muy rápido, no revolvía bien, y difícilmente daba el tono con la precisión y la rapidez del óleo o del acrílico. Acá se utilizaron pinturas industriales sobre láminas de metal y, para muchos de los artistas participantes, utilizar esos materiales fue toda una aventura plástica.
Las vallas, de dos metros de alto por cuatro de ancho, fueron realizadas por Pedro Alcántara, Adolfo Abularach, Julio Alpuy, Antonio Amaral, Fernando Botero, Richard Anuszkiewicz, Rafael Bogarín, Luis Camnitzer, Edgar Correal, Wilfredo Chieza, Luis Molinari, Mario Escobar, Leonel Góngora, Manuel Hernández, Luis López, Omar Rayo, Marius Sznajderman, Mario Toral y Lucy Tejada.
Todos estos artistas son conscientes de que la vida de sus obras está limitada por la acción de los elementos naturales. Sin embargo, están dispuestos a someterse a las reglas de la naturaleza porque, como afirma Rayo, "el tiempo de vida de cada valla no será el físico sino que se multiplicará infinitamente en la memoria de los 10 millones de visitantes que en el curso de cinco años verán estas obras".
En este museo al aire libre gran número de personas podrán gozar el arte mientras se desplazan de una ciudad a otra. En vez de las vallas publicitarias, encontrarán los ojos de Abularach, los gordos de Botero o las mujeres de Góngora. Podrán sentir la alegría del color, la tensión o la armonía de las formas. Algunas asombrarán, otras crearán inquietudes y otras podrán hacer parar al conductor para mirarlas con más detenimiento. Para este espectador desprevenido no existe ninguna obligación, sólo mirar, sentir, comentar, criticar, preguntar y volver a mirar.--