El nuevo caballero de Narnia

Los productores de Las crónicas de Narnia hicieron audiciones en tres continentes hasta que dieron con él en el Reino Unido. Se trataba de un conocido de las tablas londinenses: el británico Ben Barnes, de 26 años, quien resultó elegido para dos cintas de una vez: como actor central de El príncipe Caspián y para participar en el tercer filme de Narnia: The Voyage of the Dawn Treader, cuya producción arrancará este año. Después del éxito de El león, la bruja y el ropero, que recaudó 745 millones de dólares en el mundo, Walt Disney está decidido a consolidar una saga memorable. Barnes es su ficha para lograrlo.

Luego de siete meses de rodaje por Nueva Zelanda, Polonia, Eslovenia y República Checa, Barnes contó su experiencia en la cinta. El príncipe Caspián se estrena el 16 de mayo en el mundo y narra lo que sucede un año después de la primera cinta -que en tiempo narniano sucede 1.300 años después-. La edad dorada de Narnia ha pasado y un malvado domina. Los cuatro niños se unirán al príncipe para salvar su mundo.

SEMANA: En la primera cinta usted fue parte del público. ¿Cómo ve, desde adentro, 'El príncipe Caspián'?
Ben Barnes: Será más oscura. El hecho de que el villano sea un humano lo hace más real. En la historia hay narnianos que mueren (antes eran convertidos en piedra y luego revividos). También hay más acción. Las escenas de batalla serán enormes.

SEMANA: Para un papel tan perseguido, ¿cuántas audiciones tuvo que superar?
B. B.: Habían buscado al actor durante mucho tiempo, pero yo llegué en el último minuto. Fui a Londres para una reunión rápida con el director de reparto, conocí al director y a algunos de los productores. A la semana siguiente realicé pruebas de cámara y obtuve el papel. Después ya estaba en un avión para ir a una prueba de vestuario. Todo el proceso llevó sólo dos semanas y media.

SEMANA: ¿Había leído 'Las Crónicas de Narnia' cuando niño?
B. B.: Encontré el libro de El príncipe Caspian en la biblioteca de mi casa. Era una edición de 1991. Yo debía de tener unos 8 años. Recuerdo a mi papá leyéndome esos libros y haciendo las voces, así como recuerdo haber visto la serie de Narnia que se transmitía en esa época por la BBC. Y cuando fui a la universidad, uno de mis tópicos fue el de literatura infantil; de modo que estaba familiarizado con la historia.

SEMANA: ¿Montaba a caballo y manejaba la espada?
B. B.: Eso me avergüenza. La verdad, no. En una de las audiciones me preguntaron cómo andaba en equitación y les dije: "jinete promedio" y desvié el tema. Finalmente todo salió bien. Las primeras tres semanas en Nueva Zelanda aprendí escenas de riesgo y me entrené en el manejo de la espada y en equitación.

SEMANA: ¿Algo del proceso de filmación lo sorprendió?
B. B.: El tamaño y la escala. Hubo cerca de 2.000 personas trabajando en el filme. Los foros son alucinantes, con un gigantesco bosque y un enorme castillo. La primera vez que entré al castillo me abrumó. Es tal que a uno lo afecta: hay puentes y portones levadizos que funcionan. Todo era inmenso.

SEMANA: Con su formación teatral, ¿este nivel de detalle facilitan el trabajo?
B. B.: Si se monta en un caballo con una espada en la mano en el patio de un castillo, uno se siente príncipe. Pero actuar en cine es más difícil porque hay que repetir muchas veces. En teatro se cuenta con dos horas para vivir el personaje.

SEMANA: La atención que atraerá en esta cinta le cambiará la vida ¿Le preocupa?
B. B.: He pasado períodos sin trabajar, de modo que es un privilegio ser un actor con trabajo.