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EL PROYECTO DE GABO

En una entrevista exclusiva para SEMANA, Jack Lang, Ministro francés de la Cultura, explica cómo será la gran alianza cultural de los intelectuales de lenguas latinas.

23 de agosto de 1982

Anunciado en Méjico por el Presidente francés el proyecto concebido por Gabriel García Márquez, en compañía de los técnicos del Instituto de Bellas Artes de Méjico se ha ido precisando.
Después de ser sometido al gobierno francés el organigrama de "una fundación totalmente descentralizada a través de la cual se llevarían a cabo los intercambios entre Francia y los demás países latinos" el escritor colombiano reunió en París, el 6 y 7 de mayo, a algunos creadores (Rossana Rossanda, Gabriel Valdés, Regis Debray, Alain Joxe, Rafael Puyana, Eduardo Galeano, Roberto Matta), para concretar sus proposiciones.
Jack Lang, ministro francés de cultura, confirmó que su gobierno ha decidido patrocinar esa iniciativa ofreciéndole, por ahora, un secretariado permanente en la "Casa de América Latina" en París.
En entrevista para SEMANA, Jack Lang, explica los ejes de su proyecto cultural sobre la "latinidad" y las decisiones del gobierno francés que, según el ministro, estrecharan los lazos culturales entre Europa y América Latina.
"Como usted sabe, nos dijo Jack Lang, el proyecto de Gabriel García Márquez busca reunir en una vasta "alianza cultural" a los intelectuales de lenguas latinas. Esta alianza concierne, de hecho, a unos 600 millones de personas".
Se trata, según el escritor colombiano, de crear una Internacional de la Cultura que, apoyándose en el fondo común de los pueblos latinos, permitiría oponer una fuerza coherente y dinámica a las tentativas de sofocación y de aculturación llevadas a cabo por otra Internacional, la de los grupos financieros. García Márquez sabe, como lo explicó Eduardo Galeano en su libro "Las Venas Abiertas de América Latina", que esto urge para ciertos procesos en su continente. Su inquietud corresponde ampliamente a las preocupaciones del gobierno francés, pero la realización del proyecto requiere que la reflexión provenga de los propios países latinoamericanos.
SEMANA: Usted ha hablado de un proyecto sobre las culturas latinas. ¿En qué basaría usted los intercambios con los países latinoamericanos?
JACK LANG: Yo parto de una comprobación: nosotros hemos aprendido y tenemos mucho que aprender de América Latina. Los problemas culturales a los que se ve confrontado su continente no pueden compararse a los que debe resolver Francia. Sin embargo, mi país ha sabido mantener excelentes relaciones con los creadores latinoamericanos.
Muchos de ellos han vivido o viven en París. Pienso, por ejemplo en Ernesto Sábato, Alejo Carpentier, Julio Cortázar, García Márquez y otros que, sin haber vivido, nos sirven de referencia. Jorge Amado, por ejemplo. Esos escritores y otros creadores nos han enseñado lo que es América Latina.
Creo que con ellos, con sus obras, se puede establecer una vasta red de comunicación a través de la cual se darán a conocer las ideas y los deseos de los pueblos latinoamericanos en su conjunto.
S.: ¿Cuáles son las proposiciones concretas del gobierno francés?
J.L.: Nosotros consideramos que el diálogo cultural con los países latinoamericanos y latinos, en general, debe hacer parte de las relaciones norte-sur.
El presidente Mitterrand tuvo la oportunidad de evocar esa idea en México y anunció la celebración de una gran bienal norte-sur que ya se está preparando.
En lo que corresponde a América Latina, yo anuncié en junio en Venecia, en la reunión de ministros de la Cultura de los países latinos, algunas de nuestras iniciativas concretas
Francia se ha comprometido a organizar en otoño del año próximo, una gran exposición de arte contemporáneo. El Ministerio de la Cultura ha logrado, por otra parte, que las grandes instituciones culturales francesas (pienso especialmente en el Centro Pompidou), integren más ampliamente, en sus actividades a los países latinos.
La Biblioteca Nacional creará un departamento consagrado a los archivos de la literatura latinoamericana del siglo XX. Este archivo será recopilado a partir de los manuscritos ofrecidos a la Biblioteca Nacional por Miguel Angel Asturias. De esta manera, Francia garantizará su conservación y asegurará su difusión mundial gracias al sistema de microfilm. La Cinemateca Francesa piensa constituir, igualmente, una nueva sección con las copias de las películas latinoamericanas. Al respecto, permítame agregar que mi país participa activamente en la reconstrucción de la Cinemateca Mejicana, devastada recientemente por un incendio.
El Ministerio de la Cultura, piensa formular, dentro del fondo, otras proposiciones sobre los libros, el patrimonio cultural y un intercambio de exposiciones.
S.: ¿Piensa usted obtener que los países vecinos adhieran a su proyecto?
J.L.: Sí, cuando decimos norte-sur, los franceses pensamos siempre en el Mediterráneo, de donde surgió, en gran parte, nuestra civilización. Ninguna reflexión cultural puede olvidarlo. Ahora bien, yo he podido comprobar que nuestras proposiciones corresponden a las preocupaciones de otros gobiernos. Melina Mercouri, ministra griega de cultura, me invitó recientemente a un coloquio sobre el hombre mediterráneo y sobre su relación con la cultura.
Intelectuales de Francia, Grecia, Italia, España, y por supuesto las naciones del norte de Africa, confrontaron durante varios días sus experiencias y sus esperanzas.
Esos encuentros son necesarios, pues creo que en los próximos años la cultura jugará un papel primordial en la amistad entre los pueblos. Por ello, pienso que el encuentro de los ministros de cultura que se llevará a cabo en Méjico es sumamente importante. Yo creo más que nunca en el diálogo y el intercambio, pues la cultura, en el fondo, es eso: una charla abierta, una charla infinita.
UN AMIGO DE AMERICA LATINA
Cuando triunfó Mitterrand, no hubo misterio alguno en torno al nombre de quien sería su Ministro de la Cultura: Jack Lang era el personaje más previsible de su gabinete. Alcalde de la ciudad de Nancy, socialista, joven y con un físico de "play boy" Lang no era un político, sino esencialmente un hombre de teatro. Fue suya la idea de organizar el famoso Festival de Nancy, que congrega grupos teatrales del mundo entero. Por invitación suya, allí se han presentado el Teatro Experimental de Cali, dirigido por Enrique Buenaventura, y el Teatro de la Candelaria, de Santiago García, que tuvo un estrepitoso éxito con "Guadalupe años sin cuenta". Chilenos, mexicanos, argentinos, venezolanos y colombianos confrontaban sus respectivas experiencias en los coloquios que organizaba Lang en el marco de su célebre festival. El afiche del penúltimo encuentro fue encargado, por iniciativa suya, al pintor Fernando Botero.
Sin duda su estrecho contacto con América Latina a través de la actividad teatral, ha movido a Lang como Ministro de la Cultura a desarrollar una nueva política cultural buscando un estrecho contacto con los paises hispanoamericanos y de manera más amplia con el mundo latino. Su propósito es el de evitar que formas de colonialismo cultural anglo-sajón, especialmente a través de los medios audio-visuales, se impongan sobre nexos más antiguos que tiene su país con el mundo hispanoamericano. Dentro de este empeño, ha entrado en contacto con artistas y escritores de América Latina, y muy en primer plano con García Márquez, que es un buen amigo suyo. Evitando cuidadosamente los habituales canales diplomáticos (no es un misterio para nadie que en nuestro continente rara vez la cultura y los gobiernos andan de la mano), hizo una vistosa excepción con Colombia al invitar a Francia a Gloria Zea, para establecer un programa de intercambio cultural
La mano de Lang se hizo sentir, a través de García Márquez y de otros cercanos amigos, en el pasado Festival de Cannes, que premió la película de Costa Gravas, "Desaparecido".