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EL REY DE BROOKLYN

A sus 70 años, Leonard Bernstein tiene ganado un puesto en la historia de la música uníversal.

3 de octubre de 1988

Setenta años bien aprovechados acaba de cumplir Leonard Bernstein, uno de los más geniales y polifacéticos músicos norteamericanos de este siglo. Este hombre, que ha maravillado al mundo de la música, se ha caracterizado por mostrar dos caras, para algunos contradictorias: por un lado está "Lenny", el hombre de mundo, simpático, extravagante y elegante, miembro del jet set, y como dijera algún crítico, "el más adorablemenfe "kitch" de los músicos neoyorquinos", de otra parte, el Leonard artista, músico serio, estudioso, pianista y director de orquesta de calidades extraordinarias que seduce con su talento, energía y magnetismo desbordantes, a lo cual agrega su faceta de compositor sin cortapisas, que ha incursionado en los más variados y disímiles géneros.

Este judío americano hijo de emigrantes rusos, a los 13 años ya tocaba en una orquesta de jazz en Brooklyn. Estudió en la Universidad de Harvard, donde fuera alumno de Piston, y antes de pasar al Instituto Curtis de Filadelfia para perfeccionar el piano y adelantar estudios de dirección orquestal, presentó una tesis sobre la integracion del elemento étnico en la música americana, que perfiló una de sus grandes y permanentes curiosidades. A los 25 años estrenó algunas obras que fueron bien recibidas por la crítica. Por la misma época, fue nombrado director asistente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, y a los 40, con una carrera sólida y un prestigio bien ganado, se convirtió en el primer estadinense nombrado director titular de dicha orquesta; sucediendo a Dimitri Mitropoulos. En ese momento empezó para Bernstein una carrera internacional de sucesivos éxitos, que lo llevó a conquistar los más exigentes escenarios líricos de Europa.

La composición más famosa de este músico es sin duda West Side History, musical que le dio la vuelta al mundo en medio de aplausos sin reservas, en la que explotó con una variada gama de recursos, ese evocador panorama de la escena urbana neoyorquina. Pero, fuera de estas danzas sinfónicas, cuenta con una obra variada que incluye óperas, operetas, ballets, piezas de jazz, oratorios, canciones, sinfonías y música para cine.

El estilo de Bernstein, según estudiosos que han seguido el curso de su obra, está marcado por diversas influencias, mezclas de elementos neoclásicos, postrománticos, jazz, coral religioso y canción. En líneas generales, es un compositor imposible de encasillar y si no cuenta con el consenso general de una crítica plenamente favorable en su faceta de creador, todos coinciden en reconocer en él a un pianista de calidades excepcionales, un expositor que ha logrado con su carisma y conocimientos cautivar a todos los públicos, acercándolos a la música. Es un director de orquesta brillante e imaginativo, con aciertos indiscutibles como haber contribuido a sacar del olvido la obra de Gustav Mahler y de Sibelius. Al respecto, dijo Bernstein en un reportaje: "Siempre he adorado dar una segunda oportunidad a obras y compositores olvidados; por ello rescaté a Mahler de un largo, penoso e injustificado purgatorio y contribuí a redescubrir a Nielsen y a Ives entre otros".

Hoy, con 70 años a sus espaldas, Leonard Bernstein continúa en la brega dictando conferencias, deleitando a la juventud americana con sus amenas y eruditas charlas televisadas, y completando una discografia, de suyo bien importante, que abarca desde los clásicos hasta los contemporáneos. Y sin hacer de lado la gran pasión de su vida que es la música, déja tiempo para ese otro arte, el mundano, que también domina, y que en ciertos terrenos ha escandalizado a más de uno que conoció sus intimidades a través de su autobiografía.
Pero para la historia, Leonard Bernstein se destaca como una de las figuras musicales más ricas y brillantes de nuestro tiempo, que simboliza la vivificante libertad de la música americana. --