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EL SECRETO DE MARU REILLY

Una aproximación al mito del Doctor Jekyll y Mr. Hyde a través de los ojos de su criada.

9 de septiembre de 1996

Director: Stephen Frears
Protagonistas: Julia Roberts, John Malcovich, Glenn Close, George Cole, Michael Gambon
La candorosa figura de Julia Roberts daría para pensar en un melodrama de proporciones míticas acerca de una indefensa criaturilla lacrimosa sometida a las perversidades de Mr. Hyde. Pero Stephen Frears se encarga pronto de aliviar las posibles prevenciones del espectador. En la que puede ser considerada la interpretación más intensa de su carrera, la Roberts hace respetar su papel de Mary Reilly, en la variante propuesta por el director de Relaciones peligrosas, de la leyenda del Doctor Jekyll y Mr. Hyde que se hizo famosa en la pluma de Robert Louis Stevenson. El núcleo del suspenso sigue siendo el mismo: un científico (Jekyll) que logra, mediante el desarrollo de una poción química, hacer aflorar el genio maligno que habita en cualquier hombre (Hyde). En qué lugar o en qué momento se define la línea que divide el bien y el mal en un individuo es el dilema. ¿Cuál de las dos personalidades es más fuerte? Con la ayuda de un John Malcovich en la cima de su talento, Stephen Frears, lejos de los sensacionalismos del cine fantástico, se transa por un drama denso y oscuro que no sólo indaga en la dualidad de Jekyll sino en la de Mary, su criada predilecta, quien en su candidez deja también aflorar su instinto prohibido, ese que la hace desear no sin cierta vergüenza al perverso Hyde. Oscura, lenta y casi claustrofóbica, El secreto de Mary Reilly le juega todas sus cartas a la intensidad dramática de sus personajes. Y sin mucha ostentación _y a pesar de su fracaso en taquilla en Estados Unidos_ gana la partida con una propuesta que bien puede aguantar más de una mirada.