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Al frente: el director y supervisor de efectos visuales Dean Wright. Atrás: el actor cubano Andy García, uno de los protagonistas de 'Cristiada'. | Foto: Cortesía Producción de la película 'Cristiada'

ENTREVISTA

“’El Señor de los Anillos’ hizo que se creyera en mí”

Dean Wright es director de ‘Cristiada’ película que se presenta esta Semana Santa en Colombia.

Antonio Paz
28 de marzo de 2013

Dean Wright ha recibido nominaciones a los premios Oscar, BAFTA, Saturn y Visual Effects Society por su trabajo como supervisor de efectos visuales en el exitoso film del director Andrew Adamson ‘Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el ropero’ y su secuela ‘El príncipe Caspián’. Su ascenso a la silla de director también fue estimulado por el capítulo final de ‘El Señor de los Anillos: el retorno del rey’.


En uno de sus primeros productos como director, Wright presenta en Semana Santa ‘Cristiada’, una película de época. La cinta narra un conflicto armado en México que se prolongó desde 1926 a 1929, entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicias de laicos, presbíteros católicos que resintieron la aplicación de legislación y políticas públicas orientadas a restringir la autonomía de la Iglesia católica. El resultado se conoce como La Guerra Cristera (también Guerra de los Cristeros o Cristiada).

La película cuenta con la participación de la actriz colombiana Catalina Sandino (‘María llena eres de gracia’), el mexicano Eduardo Verástegui y el reconocido actor cubano Andy García. Semana.com habló con Dean Wright en una de sus primeras entrevistas para un medio colombiano.

SEMANA.COM: ¿Por qué se interesó en una historia de guerra religiosa y además latinoamericana?

Dean Wright: La historia de Cristiada es importante porque es universal, no importa donde vivas, puedes entender por qué luchan los personajes - protestan por su libertad de creer en lo que ellos quieran y de expresarlo como quieran-. La libertad de culto y el hablar libremente sobre tus creencias son dos de los principios básicos sobre los cuales se fundó Estados Unidos y eso lo pude conectar con los personajes. Empezamos a hacer casting con actores de diferentes países de Latinoamérica que se ajustaran perfectamente a lo que la historia nos cuenta sobre la Cristiada.

SEMANA.COM: México es uno de los países más católicos del mundo, ¿qué opina acerca de esta aparente contradicción en la que el gobierno se oponía a la iglesia de forma radical?

DW:
Fue una gran bofetada en la cara para las personas que veían su fe como la parte central de sus vidas. Si regresamos al momento en que esto ocurrió (entre la década de 1920 y 1930) se puede ver que esta era una práctica común entre los tiranos cuando el fascismo empezó a barrer en muchas partes del mundo. Primero sacar la iglesia, luego acabar con otras libertades como la de expresión y el derecho a la información, para así controlar la gente y eliminar cualquier tipo de oposición. Gente del común se levantó en México contra esta opresión a costa de sus propias vidas.

SEMANA.COM: Catalina Sandino es la cuota colombiana en su película, no se puede dejar pasar la oportunidad para que nos hable de ella…

DW: Catalina es una actriz impresionantemente talentosa. Simplemente ¡increíble! En el momento en que empezamos a hablar del proyecto supe que ninguna mujer podría hacer ese papel como ella lo haría- ¡de hecho lo hizo!-. Ofrece honestidad y pureza emocional en cada momento que está frente a la cámara, ya lo verán en pantalla. ¡Fue un sueño trabajar con ella!

SEMANA.COM: Eduardo Verástegui transformó su vida y ahora es un ferviente católico, parece que está película fue hecha a su medida, ¿cómo fue trabajar con él?

DW: Eduardo es una persona maravillosa que de verdad aplica lo que “predica”. Su pasión y entusiasmo son tan desbordantes como los míos. Es un excelente actor e intérprete, trabajar con él fue una gran experiencia para mí. 

SEMANA.COM: ¿De dónde su interés por estos temas religiosos? 

DW: Muchos de los proyectos en los que he trabajado tienen ese núcleo y componente de fe, desde El Señor de los Anillos hasta Las Crónicas de Narnia, así que no hay un gran abismo en mi decisión. Tengo otros proyectos en desarrollo que no se centran en la fe, pero este atributo está en la base de mucho de lo que hacemos como humanos, por lo que tiende a ser parte de muchas historias en las que no creemos que sea parte fundamental pero resulta que sí.

SEMANA.COM: ¿Cómo fue el cambio de la ficción a lo real, es más difícil recrear realidad o fantasía?

DW: Los retos para ambos son igualmente grandes. En Cristiada cuento la historia de gente real que luchó, aún existen familias que viven el impacto de esos momentos, hay una gran responsabilidad en mostrar todo lo más ajustado a la verdad mientras realizas lo que esperas sea una película entretenida. Las producciones de fantasía en las que he trabajado están basadas en libros muy populares con millones de fanáticos que esperan ver con ansias cómo recreas esos mundos y personajes que viven en sus mentes. Hay un gran esfuerzo de todos los que hacen posible las películas para traer a la vista un mundo que existió en el pasado o tal vez en simples páginas, en ambos casos la labor no es menos que titánica.

SEMANA.COM: En su opinión, ¿qué es lo más difícil de ser director?

DW: Lograr sacarla del estadio. Cuando comienzo un trabajo me siento como un niño, con una energía y una pasión imparables. Es un trabajo que demanda mucho, es el que más demanda de todos los que he tenido, pero a la vez es el más gratificante.

SEMANA.COM: ¿Qué espera generar en un espectador cuando éste sale por la puerta del teatro?

DW: Además de que le haya gustado la película, espero que se vayan habiéndose sentido tocados por lo que vieron. En el caso de ‘Cristiada’ espero que se vayan inspirados por la historia de lucha y sacrificio y sobre todo sorprendidos por lo que pueden lograr unas personas comunes cuando se rehúsan a dejarse quitar sus libertades.

SEMANA.COM: Usted comenzó su carrera trabajando muy de cerca al reconocido director James Cameron, ¿qué le aprendió?

DW: Es un maestro en contar historias y tiene una increíble ética de trabajo y una pasión ilimitada por hacer cine. Su atención por cada detalle y la demanda de perfección en la gente que está envuelta en la producción de sus películas es legendaria pero también muy cierta. Al empujar tan duro como lo hace, logra que las personas que trabajan con él alcancen más de lo que creían posible, en última instancia producir algo completamente mágico.

SEMANA.COM: Hoy en día usted dirige, pero sus fortalezas más grandes están en los efectos visuales ¿cómo fue ese cambio de “trabajo”?

DW: Mi rol como productor y supervisor de efectos visuales tiene mucho en común con el de director. En los efectos visuales tienes un personal de cientos, a veces miles, de artistas a los cuales darle dirección creativa para crear las imágenes necesarias para contar historias asombrosas. Trabajas hombro a hombro con cada departamento del proceso de grabación. En las cintas en las que he trabajado muchas veces se labora en la construcción de personajes, desde su apariencia física hasta sus interpretaciones emocionales. Ser un contador de historias y un escritor en un principio fue una gran ayuda para esta transición en mi carrera.

SEMANA.COM: La trilogía de El Señor de los Anillos ha sido un éxito innegable y ha ganado múltiples premios por sus efectos visuales, ¿influyó ese trabajo en el éxito de su carrera?

DW: Peter Jackson, el director ganador del Oscar, además escritor y productor me permitió ser miembro de su unidad de directores de la trilogía. Esa fue una gran ayuda para que la gente creyera y confiara en mí como director. Sin esas oportunidades y responsabilidades no sé cuánto tiempo me hubiera tomado dar este salto.