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El sorprendente Hombre Araña

Esta revisión a los inicios del héroe arácnido es al mismo tiempo fiel a la historia original y novedosa en sus detalles.

Manuel Kalmanovitz G.
7 de julio de 2012

Título original: The Amazing Spider-Man
Año de estreno: 2012
Dirección: Marc Webb
Guion: James Vanderbilt, Alvin Sargent y Steve Kloves
Actores: Andrew Garfield, Emma Stone, Rhys Ifans, Denis Leary, Martin Sheen y Sally Field.

Es interesante ver cómo las películas vuelven a los orígenes de los súperhéroes como buscando pistas que se hubieran escapado antes, matices poco explorados, tratando de encontrar revelaciones frescas en una secuencia de eventos que conocemos bien.

Estas revisiones deben lograr dos cosas contradictorias: de un lado, ser fieles a lo que ya sabemos (nada de herejías, por favor) y, de otro, sorprendernos con nuevos hallazgos, con acentos inesperados.

Este Sorprendente Hombre Araña de Marc Webb (que solo había hecho un largometraje antes, 500 Days of Summer, una comedia romántica, agridulce y sensible) hace ambas cosas. La historia que conocemos está ahí: el adolescente Peter Parker es huérfano, estudia en una secundaria, toma fotos y vive con sus tíos mayores que lo adoran como si fuera su hijo.

En la escuela tiene los problemas de cualquier adolescente de película: está enamorado de una chica demasiado bonita y hay un matón que lo molesta y se burla de él; pero tampoco es un nerd asustadizo, es más bien un skater alto y desgarbado que no se mete con nadie.

Este adolescente está intrigado por la ausencia de sus padres (un acento nuevo) y del padre en particular, un científico que investigaba cruces genéticos entre especies para una gran corporación. Siguiéndole su rastro, termina conociendo a Curt Connors, un doctor manco que trabajaba con él y ahí es donde la famosa araña mutante lo pica y le da sus súper poderes.

El doctor investiga los poderes regenerativos de algunos lagartos, con la esperanza de que su brazo incompleto deje de estarlo, y una pista de Parker le permite hacerlo, aunque el experimento termina convirtiéndolo en un lagarto que aterroriza la ciudad.

La clave para que la película funcione es Andrew Garfield, que encarna a Peter Parker. Garfield tiene ese aire un poco desbalanceado de los adolescentes, un desorden de facciones que no armonizan del todo, que no se han terminado de hacer a la idea de que deberán pasar toda la vida juntas. Pero lleva ese desorden con altura y despreocupación, como divertido con él.

Pero esta es una película de súperhéroes, así que además de culpas y conflictos interiores, hay peleas (araña versus lagarto gigante) y acción y autos cayéndose o explotando, gente en peligro corriendo desesperada, persecuciones aceleradas, y ahí la película es un éxito. En el preestreno, se oían niños llorando en las partes oscuras y tensas.

Las otras imágenes de rigor, que muestran a este héroe de trusa descolgándose entre los rascacielos de Manhattan, están ahí y en 3D. Dan una sensación de vacío en el estómago.

Al final, la película logra hacer las dos cosas contradictorias que esperamos de estas revisiones: es conservadora y novedosa, seria y divertida, sensible y robusta. No tiene el sentido del humor ni el ingenio visual de la versión de Raimi, pero aun así esta nueva etapa del héroe arácnido comienza con su(s) pata(s) derecha(s).