El teatro está de fiesta

La constancia vence lo que la dicha no alcanza”, es el secreto con el que, según Fanny Mikey, el Teatro Nacional ha conseguido a través de 20 años de trabajo producir 400 montajes, 8.400 funciones y convocar a más de cuatro millones de espectadores. “En realidad son como 22 años porque me tomó casi dos años adecuar el teatro de la calle 71, pues cuando encontré el lugar era un antiguo cinema. Yo había actuado en el TEC de Cali y en el TPB de Bogotá, pero yo quería crear un espacio para todas las manifestaciones artísticas”, comenta Fanny Mikey, directora del teatro.

Con la obra El rehén el Teatro Nacional abrió sus puertas en 1981, y desde entonces se han montado allí 61 obras que abarcan teatro clásico, musicales, teatro infantil y callejero. Se estima que 167 compañías nacionales y 42 internacionales han sido promovidas por la Fundación Teatro Nacional. “Quise que se llamara Teatro Nacional porque la idea siempre ha sido que las obras vayan por todo el país y no sólo se queden en Bogotá. Como sucedió, por ejemplo, con ‘Monólogos de la vagina’, que ya estuvo en varias ciudades”, agrega Fanny.

Actualmente la fundación cuenta con la sede de La Castellana y La Casa del Teatro, en el barrio La Soledad. Artistas de la talla de Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Paco de Lucía o la agrupación Metallica, entre otros, han presentado sus espectáculos en Colombia gracias a la gestión de la fundación. Pero tal vez la labor más destacada ha sido la creación del Festival Iberoamericano (que desde hace rato es mundial) que el próximo año tendrá una nueva versión.

Para celebrar los 20 años de actividades este martes se llevará a cabo en La Castellana el lanzamiento de un libro que compila los mejores momentos de la historia del teatro, con la presentación de un nuevo logotipo diseñado por Carlos Duque. La noche se cerrará con una gran fiesta. Y el próximo domingo, en la Plaza de Bolívar, se realizará un concierto con algunos de los principales artistas nacionales. El teatro está de fiesta. No es para menos. Hay un gran motivo para festejar.