Niño colombiano debuta en el English National Ballet

El lago de los cisnes en su versión completa será el espectáculo que acompañará el regreso del English National Ballet a Colombia, después de cincuenta y cinco años. Dentro del cuerpo de bailarines de este reconocido ballet se encuentra Carlos Andrés Ramírez, un niño bogotano de apenas ocho años.

Carlos fue escogido mediante una audición que hizo el English National Ballet para que participara en esta parte de la gira. Aunque aún parece muy pequeño, se inició a los dos años en el mundo artístico en la Escuela de Teatro Musical Misi. Ahora, cursando apenas tercer grado compartirá escena con una de las mejores compañías de ballet.  

La distinguida coreografía está a cargo de la directora escénica Tamara Rojo, bailarina reconocida por su excelencia artística con el Premio Príncipe de Asturias, la Medalla de Oro a las Bellas Artes y la Encomienda de Número de Isabel la Católica.

La musicalización de la obra estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia que será dirigida por el del maestro británico Gavin Sutherland. La música original es de Pitr Ilich Tchaikovsky, quien a partir de las leyendas rusas construyó las melodías.

Los personajes principales serán interpretados por el mexicano Isaac Hernández, como el príncipe en El Lago de los Cisnes; Erina Takahashi, quien es Odette y Odile; y James Streeter, quien personifica a Von Rotbart.

Como parte de un trabajo sistemático por traer a las grandes compañías a Colombia, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y el British Council presentarán la obra del 16 al 19 de julio.

“Esto es una apuesta decidida de crear un público para la danza en Colombia, cuando uno está formando públicos es como cuando uno lee el Quijote, El Lago de los cisnes es una especie de Quijote”, aseguró Ramiro Osorio Fonseca, director del Teatro.

El English National Ballet, fue fundado en 1950 por Alicia Markoka y Anton Dolin. Actualmente cuenta con aproximadamente 65 bailarines, quienes provienen de diferentes partes del mundo.

‘Backstage’

Detrás de una obra de tal magnitud hay un despliegue técnico y humano de igual dimensión. En los hombros del teatro (los lados del escenario que no se ven), se esconde la escenografía que en los cambios de acto creará el jardín, el salón de fiesta del castillo y el lago donde se encuentran los cisnes.

Para  hacer la obra la Compañía trajo consigo dos containers con todos los elementos que necesitan, incluyendo su propia lavadora y secadora. Por su parte, el Teatro contrató diez vestuaristas y tres técnicos adicionales para poder cumplir con los requerimientos del ballet británico. Además, acondicionó el Salón Verde y el Teatro Estudio, que normalmente es usado para una presentación paralela, para que los integrantes del Ballet hagan calentamiento.

La historia de El lago de los cisnes

Se presentó por primera vez en 1877 en el Teatro Bolshói, sin embargo no tuvo buena acogida. Fue hasta 1895 con la coreografía de Marius Petipa y de Lev Ivanov que logró ser un éxito al presentarse en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo.

Desde entonces es una obra insigne en la danza clásica. Está compuesta de cuatro actos que combinan la magia y el romance. Es la historia del príncipe Sigfrido, quien en su vigésimo primer cumpleaños debe escoger esposa, sin embargo, no es de su agrado la decisión. Su amigo El Bufón, intenta animarlo al invitarlo a cazar, y es allí en donde ve a los cisnes salvajes volando.

En la orilla del lago, Sigfrido ve a una hermosa criatura que parece a la vez cisne y mujer, Odette, la Reina de los Cisnes. El príncipe se enamora de ella, sin embargo, la mujer está bajo el hechizo de Von Rotbart, un ser mitad pájaro y mitad hombre. El hechizo solo se romperá si un hombre la ama, se casa con ella y le es fiel. Estando perdidamente enamorado Sigfrido le promete su amor, sin embargo deberá luchar para liberar del hechizo a su amada.