Home

Cultura

Artículo

EN FORMA CON MUSICA

El boom del baile aeróbico en discos.

23 de abril de 1984

A veces me pregunto cómo se las habrán arreglado para sobrevivir todas esas viejas academias de danzas españolas, acaso llamadas Carmen o Sevilla, o incluso las academias de baile "Actual" o "Rítmica Moderna" de donde uno no salía hasta que no aprendiera a bailar pasodoble o chucuchucu, o lo que hubiera elegido el día de la matrícula con alguna de las directoras, profesoras y hermanas Rodríguez Cruz. Los tiempos han cambiado y hasta las prestigiosas academias de gimnasia "Contreras" y la de gimnasia sueca "Sonia de Carreño" han padecido en carne propia, el devastador germen del Jazzercise. Todavía me acuerdo (tal vez porque no fue hace mucho) cuando más de uno miraba de reojo a la Academia Slim, pionera en el arte de adelgazar divirtiéndose. Eran contadas las señoras que no se avergonzaban de pertenecer a uno de estos institutos. Afortunadamente, a raíz del "boom" del baile aeróbico, muchas han vuelto a sonreír. Ahora declaran sin ningún prejuicio haber militado en las filas de Thérese Leleux (la alegría de vivir y saberse bella), una mujer que se ha arriesgado a montar espectáculos al estilo Broadway (salvo por la actuación de Mario Ruíz) y más osada aún, a incluir frases de John F. Kennedy para promocionar sus cursos. O también en el Ballet D'Gabler Jazz, el cual se abrió camino bajo el lema de "la zapatilla total". Pero tal vez sólo sea necesario (a manera de predicción) mencionar al nuevo y más completo de todos, para aproximarnos a las verdaderas dimensiones del fenómeno. El "Nautilus Spa" diseñado por un par de amigos arquitectos, contará con una lista interminable de modalidades y servicios entre los cuales me alcanzo a acordar: Jazzercise, dancercise, menudo, bio gym, gimnasia estética, rítmica y electrónica, aerobic, masoterapia, ejercicios post-parto, turcos, supervisión especializada, control de peso y medidas y, como si fuera poco, cancha de squash, boutique y cafetería.
¿De dónde diablos nos han enviado esta moda de dietéticas, calentadoras y academias de jazz sin música ni músicos de Jazz ?
Desde los Estados Unidos ha sido prácticamente Jane Fonda la encargada de difundir esta clase de ejercicios. Después de más de 2.250.000 ejemplares vendidos de su libro, "En forma con Jane Fonda", ha canalizado todo su conocimiento al respecto en un extasiante álbum doble: Workout Record. Allí incluye entre otros, algunos de sus consejos más prácticos como el de desconectar el teléfono antes de cualquier ejercicio, y asegurarse siempre de tener. vacía su vejiga. (Aprenda a entender y respetar su cuerpo. El es un templo y recuerde, disciplina es liberación). Desde el viejo continente ha sido otra actriz, Sidney Rome, la promotora de estos bailes a través de presentaciones, discos y cassettes. Era de esperarse que el monstruo de la industria discográfica, saboreara desde muy temprano este negocio. Algunos discos dentro de este género que han aparecido en el mercado colombiano son el de "Elena del Mar", donde ella misma va dictando la clase a lo largo y ancho de las dos caras, Dance and exercise with the hits con Linda Fratianne, campeona mundial de patinaje sobre hielo y actual miembro del Disney on Ice, los tres volúmenes de "Gimnasia en su hogar con el profesor Vellanoweth" (luzca mejor, siéntase mejor, tenga más confianza), "Los bailes aeróbicos" que traen folleto ilustrado con instrucciones fáciles de seguir y además, participa en la rifa de un Fiat 147 G.L., y no podía faltar (esto lo digo ahora que lo he visto con mis propios ojos) la versión colombianizada de toda esta vagabundería. El disco se llama La danza como deporte y es el horrendo fruto de un programa de Coldeportes, entre otras cosas ya revaluado. El proyecto nació como un estímulo para promocionar una pareja, oígase bien, una pareja de bailarines a nivel internacional. Después de dos fases del concurso y en vista de la baja calidad de los participantes, todo se vino al suelo. Sólo quedó en pie este disco que pasará a la historia como una oda incomprendida al baile aeróbico, al vals, al mapalé, a la salsa, al disco, al currulao, al joropo, al bambuco y a la cumbia (quedándo por fuera solo el merecumbé) porque son precisamente estos ritmos los que se tratan de rescatar a través de este singular proyecto. Nadie sabe dónde iremos a parar, ni siquiera cuál será el próximo paso. Pero es desolador presentir que esto es sólo el comienzo.
Uno, dos, tres y cuatro
que útil es bailar el vallenato
uno, dos y tres; uno, dos y tres
adiós a las llantas, adiós al stress
uno, dos, tres y cuatro
más baila un burro que un gato
uno, dos y tres; uno, dos y tres
esto es positivo, no sé si lo ves.