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EN LA OLLA

Una osada exposición del escultor Jorge Janna revive el 'kitsch' colombiano y pone el dedo en la llaga de la realidad actual del país.

14 de julio de 1997

La bacinilla, ese objeto de uso doméstico tan colombiano como la ruana, la arepa paisa o el cerro de Monserrate, es el motivo que ha escogido el polémico escultor Jorge Janna para su más reciente exposición exhibida actualmente en la sala Eduardo Lemaitre del Museo de Arte Moderno de Cartagena. En esta serie de 42 bacinillas llamada 'Vasos de noche' vuelve a saltar la vena mamagallista de este costeño que siempre con buen humor se le ha medido a formatos tan diferentes como la joyería artística, los camafeos románticos o las sensuales esculturas pequeñas. En ellos vuelve a surgir esa tendencia tan arraigada en el arte colombiano de los últimos años que se vuelca sobre el kitsch, los objetos populares y lo grotesco para hablar de esa idiosincrasia escondida por las páginas sociales . Pero la obra de Janna no se queda en el simple juego de nombrar en voz alta y provocadora aquello que la urbanidad de Carreño no permite. En el fondo de estos vasos de noche aparece toda la gama de héroes y villanos de la agitada vida nacional, en particulares bodegones. La exposición no deja de ser perturbadora y chocante, pero logra lo que pocas veces sucede en un museo: que la vida se sienta, huela, duela y provoque risa. Sin llegar nunca al refinamiento paródico y formal que ha logrado Beatriz González, Janna simplemente se ríe en una obra que seguramente no pasará a la historia del arte nacional pero que sin duda se da el lujo de respirar con vida propia en momentos tan conflictivos como los actuales.