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Fania All-Stars

ENTREVISTA

La Fania pone los ojos sobre Colombia

Aunque el legendario sello de salsa ya no suena tanto como antes, su director, Michael Rucker, y director editorial, Pablo Ahogado, afirman que Fania pasa por una etapa de reinvención, y que entre sus planes está convocar a nuevos artistas colombianos. Semana.com habló con ellos.

6 de febrero de 2017

Semana.com: ¿Cómo explicarle a alguien joven lo que fue Fania y su importancia en la historia de la música latina?

Michael Rucker: Cuando inmigrantes latinos de Puerto Rico, Cuba, República Dominicana y otros países de Latinoamérica llegaron a Nueva York en la década de los años 1960 y 1970 fue un momento mágico de la historia musical porque por primera vez pudieron compartir y mezclar los distintos sonidos y ritmos musicales. La economía en Estados Unidos estaba muy mal y particularmente en Nueva York la vida era muy dura para los inmigrantes latinos. Estos usaron la música para contar sus luchas diarias, sobre todo en los barrios East Harlem y el Bronx, y también para celebrar, bailar y olvidar los malos momentos. Así nació lo que hoy conocemos como “Salsa”. Fania en ese momento representaba lo mejor y más innovador de la música latina, desde el latin jazz hasta el boogaloo y la salsa. En los 1960 y 1970 la Fania lanzó las carreras de íconos musicales como Willie Colon, Rubén Blades, Ray Barretto y Celia Cruz, entre muchos otros nombres. Hoy en día, el significado del catálogo musical de Fania y sus sellos subsidiarios (Tico, Cotique, Vaya, Alegre Records) representa la historia musical de la salsa y el latin jazz.         

Semana.com: ¿Por qué cree que Fania ya no es tan famosa como antes?

M.R.: Los fundadores de Fania, Johnny Pacheco y Jerry Masucci, tenían muy poca experiencia en la industria musical y les tocó nadar contra la corriente para introducir el nuevo género que era la salsa en ese entonces. Además, en aquella época la industria musical en Estados Unidos no estaba interesada en aceptar ni en apoyar música hecha por inmigrantes latinos. En la década de los 1990, Jerry Masucci quedó como único dueño del sello y después de su muerte, la compañía quedó en el limbo por todo tipo de conflictos legales. Tristemente por casi 10 años el sello no tuvo ningún norte, hasta que en el 2005 Emusica (ahora Codigo Music), compañía radicada en Miami, compró todos los derechos del catálogo de Fania y rescató este legado de la música latina.

Michael Rucker director de Fania

Semana.com: ¿Con su llagada a la dirección de Fania cambió de alguna manera el enfoque del sello?

M.R.: Cuando llegué, en el 2006, quise reconectar la música de Fania con su público original y por eso remasterizamos y publicamos una gran cantidad de álbumes, entre ellos compilaciones, box-sets y álbumes que nunca habían sido publicados en formatos distintos al vinilo. En el 2014 la Fania cumplió 50 años de fundado, y para celebrar organizamos 50 eventos en Nueva York: conciertos con Roberto Roena e Ismael Miranda, fiestas de música electrónica mezclando los sonidos de Fania, instalaciones de arte que celebraban las carátulas de nuestros mejores álbumes, rodajes de películas Fania, etc. Decidimos usar ese año como un punto de inflexión para celebrar el pasado y al mismo tiempo iniciar la evolución hacia un sello disquero del futuro. A partir del 2014, nuestra misión ha sido llevar esta marca a un público joven sin olvidar el peso y tradición de Fania.

Semana.com: ¿En qué está hoy Fania en Latinoamérica?

Pablo Ahogado: En Latinoamérica hemos colaborado con artistas importantes como Bomba Estéreo (Colombia), Dengue Dengue Dengue (Perú) y Timothy Brownie (México). La idea es seguir enfocándonos en países como Colombia, donde creemos que hay una escena musical independiente, muy fuerte e innovadora. También estamos produciendo proyectos audiovisuales como los YouTube Fania Sessions, donde nuevos artistas interpretan en vivo arreglos de los clásicos de Fania. En el 2016 se grabaron episodios en Nueva York, Miami y Ciudad de México, y este año vamos hacerlo en Colombia.

Semana.com: ¿De qué manera específica quiere llegar el sello a Colombia?

P.A.: La idea es tener una presencia cada vez más fuerte en Colombia. La primera banda colombiana con la cual vamos a trabajar en esta nueva etapa es Puerto Candelaria, una banda innovadora que ha logrado ser lo que es sin la ayuda del establishment musical o radio comercial. Tenemos otros artistas en la mira para establecer alianzas, pero no puedo dar más nombres todavía porque no hemos finalizado los acuerdos. Sí puedo decir con certeza, sin embargo, que Colombia es de nuestros mercados más importantes y parte esencial de nuestra estrategia para los años que vienen. Queremos firmar nuevos compositores a nuestra editora. Queremos llevar los eventos de Armada Fania (fiestas electrónicas, pop-up stores, exhibiciones de arte, etc.) a ciudades fuera de Estados Unidos, como Bogotá y Medellín. Y este año filmaremos en Colombia una nueva producción de los Fania Sessions con cinco artistas emergentes haciendo sus propias interpretaciones de canciones de Fania.

Puerto Candelaria es la primera banda colombiana que va a trabajar con Fania

Semana.com: ¿Qué otros géneros se han vuelto importantes en el sello?

MR: Durante los últimos años nos hemos enfocado en varios subgéneros de música electrónica, como el global bass y el deep house. No queríamos estancarnos en la nostalgia de la música de Fania porque ese público se acabará con el tiempo y creemos que la marca de Fania tiene que evolucionar.

P.A.: También vale la pena mencionar que la historia de Fania no está limitada a la salsa. Fania y sus sellos subsidiarios (Alegre Records y Tico Records) lanzaron álbumes muy importantes de boogaloo y latin jazz como I Like It Like That, de Pete Rodríguez, y Sofrito, de Monguito Santamaria. 

Pablo Ahogado, director editorial de Fania

Semana.com: ¿Ya entró el reggaetón a Fania? ¿Consideran que, en general, este género ha desplazado hasta cierto punto a la salsa en la contemporaneidad?

M.R.: Con excepción de un álbum homenaje a Héctor Lavoe que lanzamos en el 2007, no hemos querido meternos en el género del reggaetón. No creemos que haya desplazado la salsa, simplemente es el resultado de una evolución natural de sonidos y expresiones.

Semana.com: ¿Cómo se ha adaptado Fania a los cambios radicales que ha sufrido la industria musical por cuenta de los nuevos modos de consumir y comprar música?

M.R.: Hemos visto estos cambios radicales como una oportunidad y no como un obstáculo. Fuimos uno de los primeros sellos en hacer el cambio de producto físico (CD) a digital, y luego a streaming y contenido audiovisual.

Semana.com: En una entrevista Rucker dijo: “En este momento nadie tiene la capacidad de poner a una banda de gira o en el estudio”. ¿En qué consiste entonces el trabajo y el modelo de funcionamiento del sello hoy?

M.R.: Sostener orquestas de aproximadamente 15 personas es algo muy costoso, muy pocos sellos tienen la capacidad de financiarlas. Nuestro modelo es vernos como una compañía de entretenimiento y no únicamente como un sello musical. Por eso estamos diversificando nuestros proyectos, por ejemplo, fiestas de Armada Fania, musicales teatrales, contenido audiovisual y documentales como We Like It Like That: The Story of Latin Boogaloo.