"Era necesario un libro de referencia sobre el arte contemporáneo en Colombia"

SEMANA: ¿Cómo fue el proceso de trabajo con José Roca para hacer el libro?

Sylvia Suárez: José Ignacio me invitó a colaborar con él en el proyecto, que se había ideado desde hacía mucho tiempo pero por diversas razones se pudo realizar sólo hasta ahora. La labor de José Roca ha sido un referente para mí desde que entré a la universidad, comprenderá que fue un honor su invitación. Por esta misma razón, me sorprendió la generosidad con que él abrió el diálogo, y efectivamente logramos reflexionar y redactar los textos en equipo, especialmente el ensayo inicial, en donde las perspectivas de ambos se ven reflejadas. Para mí fue un aprendizaje extraordinario. Siempre que disentimos logramos comprender las perspectivas de cada cual, relativizarlas, y creo que en ese sentido, el ensayo introductorio es un texto lleno de matices y de hipótesis valiosas que merecen atención.

S: ¿Cuál fue la intención que los motivó como curadores?

S.S: No se trata de una curaduría y no funciona como tal. Se trata de un proyecto editorial, que pretende ofrecer un panorama de la plástica en Colombia durante las últimas décadas. Consecuentemente no desarrolla una hipótesis central o unificadora, por el contrario, tiende a reconocer la diversidad y la riqueza de la producción artística contemporánea colombiana, y trata de abrir múltiples ventanas hacia ella, preservando su carácter múltiple. Se observó la necesidad de tener un libro de referencia sobre el arte contemporáneo colombiano, existe mucho interés por él en Colombia y fuera de Colombia, así que este libro se diseñó para contribuir a llenar este vacío. Se propone, como lo pudo observar en la presentación, como el primero de varios volúmenes que la Editorial Paralelo 10 llevará a cabo en el futuro.


S: ¿Cuál es el criterio de selección de los artistas que aparecen?

S.S: Tratamos de hacer una selección de artistas que refleje la complejidad y la pluralidad de las prácticas del arte en los últimos años. Le dimos prelación a los artistas cuyas obras motivaron las polémicas que marcaron tendencias en la plástica colombiana contemporánea, especialmente aquellas que han persistido como referentes fuertes para hablar de los procesos del arte colombiano durante las dos décadas en cuestión; también consideramos la continuidad de la producción artística de los autores. En este sentido, no se trata de un libro para lanzar nombres, sino de un compendio de trayectorias que ya cuentan con reconocimiento desde diversos ámbitos artísticos y culturales. Es difícil dejar de lado hábitos mentales y culturales como el de buscar en un libro como este una especie de ranking; nuestra intención no es hacer tal cosa.

No obstante, dado que somos conscientes del efecto legitimador que tienen estas publicaciones, aclaramos en el libro, tal como lo hago ahora, que la selección fue producto de un ejercicio de máximos y mínimos, considerando las restricciones propias de cualquier proyecto editorial. En este sentido, creo que nadie sobra, pero, como siempre, podrían entrar muchos otros nombres.


S: ¿Cuál es el hilo que conecta –si es que hay alguna conexión- entre el trabajo de estos artistas?

S.S: En realidad el libro es producto de un trabajo deductivo. En vez de buscar nombres que se acomodaran a una idea preconcebida, reunimos las trayectorias de la mayor cantidad posible de artistas contemporáneos destacados y procuramos realizar lecturas ad hoc, recogiendo la crítica que ya se ha escrito sobre sus trabajos, a la vez que ofreciendo lecturas inéditas, que son posibles por la propia evolución de las obras en el tiempo. El hilo conductor fue esta intención interpretativa, la reflexión sobre la poética de cada artista, que se refleja tanto en los textos por autor como en la introducción. Varios de los nombre que no pudimos incluir en el cuerpo del libro, se mencionan en ésta.


S: ¿Qué tanto –como lo sugiere el título- hay una reflexión sobre la relación entre arte y política?

S.S: Lo interesante es que no hay una reflexión sobre esto, sino varias. El análisis de las obras de estos artistas implicó planteamientos sobre esta cuestión, para cada uno de los casos. El título vino a posteriori, es decir, a partir de la lectura de los textos que habíamos redactado, o sea, insisto, de la observación e interpretación de las obras. La trayectoria de cada artista contiene una posición con respecto al tema; como consecuencia del estudio y el contraste de estas obras entre sí, en la introducción señalamos mutaciones de las prácticas artísticas con respecto a la praxis política, que han sido cruciales para llegar al actual estado de cosas.