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María Isabel Rueda la mujer de todos los medios

9 de mayo de 1988

A partir de la semana entrante los colombianos podrán despertarse oyendo en radio la voz de María Isabel Rueda, se entretendrán durante el día leyendo su columna y se acostarán temprano viendo su imagen en las noticias de televisión.
Teniendo en cuenta que las tres ramas del periodismo --prensa, radio y televisión-- requieren tratamientos y talentos diferentes, es poco común encontrar una persona que se desempeñe simultaneamente en los tres medios. Esta tripleta la completo María Isabel hace dos semanas cuando fue nombrada directora del Noticiero 24 Horas en remplazo de Mauricio Gómez, quien tuvo que abandonar el país por problemas de seguridad.
Hasta ese momento se había consolidado en prensa escrita a través de su columna en SEMANA y posteriormente en radio como copiloto de Yamid Amat en el equipo de 6 am 9 am en Caracol. Una llamada de Alvaro Gómez la habría de introducir, sin experiencia previa, al mando de la pantalla chica donde hoy se está jugando su prestigio en manos del implacable rey Nielsen.
Curiosamente fue una llamada de ella 15 años atrás a Alvaro Gómez, la que la hizo entrar en el mundo del periodismo. Cuando estaba en tercer año de derecho en la Universidad del Rosario un compañero le dijo en la cafetería que el director de El Siglo estaba buscando gente joven para vincular al periódico. Muerta de pavor, la estudiante zanahoria de 18 años llamó al hijo de Laureano a ofrecerle sus servicios. Este se los, aceptó y antes de los 20 años había sido cargaladrillo, columnista y coordinadora de la página editorial. Pero la muchachita impertinente que trataba de imponerle criterios a Hugo Escobar, Felio Andrade y compañía fue demasiado para el jefe de redacción quien decidió destituirla por considerar que tenía tendencias comunistas.
Paradójicamente 60 años antes su abuela, rusa de nacimiento, había sido expulsada de la Unión Soviética porque los bolcheviques le habían encontrado tendencias capitalistas. Fusilado su marido, por zarista, la joven viuda tuvo una vida apasionante en el exilio que incluyó cinco matrimonios. El cuarto fue un médico austriaco que conoció en Viena. Por un azar del destino vinieron a vivir a Cali donde nació su hija Fanny. María Isabel es la hija mayor del matrimonio de Fanny con el abogado bogotano German Rueda Escobar, un conservador tradicional muy respetado en la ciudad.
Con un antecedente zarista de esa naturaleza, era previsible que hiciera buenas migas con Alvaro Gómez. Por eso, a pesar de haber sido destituida la primera vez, después de un período en Síntesis Económica regresó a El Siglo para conformar con Gómez y Juan Diego Jaramillo, el trío que hace unos 10 años modernizó el periódico.
Sin embargo, su fama de goda recalcitrante es exagerada. Su vinculación con Gómez es hoy más personal que política y su enfoque en la vida más pragmático que ideológico.
En las pocas horas libres que le deja el periodismo, se quita su disfraz de supermujer para convertirse en un ama de casa común y corriente. Para sus dos hijos pequeños y su marido, el abogado liberal Juan Arciniegas Franco, el problema no es a veces que María Isabel esté trabajando por fuera? buscando la chiva, sino que se encierre en la cocina en busca de la receta perfecta.
Su horario de trabajo sin embargo, no puede ser más exótico y agotador. Despertador a las 5 de la mañana para estar a las 6 en punto en Caracol y comenzar la tertulia con Yamid, Alberto Casas, Julio Sánchez Cristo, Antonio Panesso y los demás. A las 9 en punto, desplazamiento hacia el CAN a las oficinas de 24 Horas a dirigir el Consejo de Redacción. Y durante las siguientes 12 horas alternar el teléfono entre sus fuentes, pera preguntar por el cambio del gabinete y a su casa para preguntar por el cambio de los panales.
A las 7 y 30 de la noche, cuando Margarita De Francisco dice "Buenas noches", acaba esta Jornada digna de una "Chica Impulse" y María Isabel se dirige a su casa pensando cuál va a ser el próximo tema de su columna.
De los tres medios, el que más le gusta es el escrito. Es hoy por hoy considerada por muchos la mejor columnista del país. Sin embargo, en radio las opiniones sobre su carrera no son tan unánimes. Su voz genera comentarios que van desde que es cálida y acogedora hasta que es fría y algo chillona. Pero, aparte de eso hay acuerdo unánime de que es una formidable interrogadora llena de recursos con una gran capacidad para mantener a los radioescuchas concentrados.
En televisión todavía no hay juicio. Si bien el noticiero ha ganado en agilidad periodística, con Nielsen nadie se atreve a hacer pronósticos. La presentación que no depende de ella, es tan importante como el contenido y el gusto de las masas es una ciencia totalmente exótica. Pero esta semana se verá cómo le va en su debut en pantalla como comentarista política con Yamid Amat. Como ella misma lo dice, "en una columna de prensa lo juzgan a uno por lo que escribió, pero en un comentario de televisión a veces, más importante que el contenido de lo que se dice, es la forma como se dijo, y hasta la blusa que uno lleva puesta". "Para mí todo esto es totalmente nuevo, es una especie de aventura".
Medírsele a una nueva aventura es en todo caso algo que nunca ha asustado a las mujeres de la familia de María Isabel desde que su abuela fue expulsada por los comunistas de Rusia en 1920.--